La tendencia de los mercados y las decisiones del Gobierno en materia tributaria amenazan con continuas subidas de los carburantes que rascarán el bolsillo de todos los ciudadanos y que lastrarán los resultados económicos de las empresas. Es el caso de los agricultores, que utilizan el gasóleo agrícola en los tractores y otra maquinaria de uso habitual en la explotación. Este importante insumo, el del gasóleo, es capaz por sí mismo de poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones, de convertir en inviables ciertos cultivos, y de sacarnos de la competitividad tanto en los mercados nacionales como en los internacionales. La mayor parte del trabajo en el campo se ha mecanizado, afortunadamente, y para mover la maquinaria se necesita del consumo diario de ingentes cantidades de gasóleo en cuyo precio no tenemos capacidad de influir. Los fabricantes de tractores y otra maquinaria agrícola, que han traído al campo la tecnología más puntera, han conseguido motores más eficientes al desarrollar más trabajo con menos consumo, y han conseguido eliminar gran parte de los gases contaminantes, pero que nadie se piense que a estos grandes tractores de doscientos caballos que vemos por nuestros campo, se le llena la barriga fácilmente. Mis cálculos elevan el consumo de gasóleo agrícola en la provincia a cien millones de litros al año. Los precios actuales, de unos 75 céntimos de euro el litro y subiendo, están ya muy por encima de los 60 céntimos que entiendo no se deberían de sobrepasar nunca con los niveles actuales de precios de venta de alimentos y de ayudas compensatorias que se perciben. Una subida del los impuestos como ya ha anunciado el Gobierno – por la vía del impuesto especial de hidrocarburos-, el no descarte de una subida del IVA, y la subida de las cotizaciones del barril de petróleo empujada por movimientos geopolíticos, puede llevar, en un corto plazo, a que nuestros agricultores paguen un euro por litro de gasóleo agrícola, precios similares a los que se pagaron en el año 2008.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 11 de mayo de 2018.