La industria agroalimentaria española se sitúa en los puestos de cabeza en Europa importando aceite de palma

Los datos proporcionados por el Sistema de Vigilancia Aduanera de la Unión Europea, consultados por ASAJA, sitúan a España en el segundo puesto de la Unión Europea en la importación de aceite de palma, a escasa distancia de Holanda como principal importador. Los datos hacen referencia a la campaña de comercialización que va desde el 1 de julio de 2018 al momento actual (10 de marzo de 2019), periodo en el que la industria agroalimentaria española ha importado 1.320.599 toneladas de aceite de palma, lo que representa el 30,8% de las 4.287.985 toneladas importadas por el conjunto de países de la Unión.

ASAJA de Castilla y León considera que este dato se le oculta al consumidor, que a buen seguro preferiría que en la elaboración de los productos agroalimentarios se utilizas en aceites más seguros provenientes de semillas oleaginosas como el girasol, y por su puesto nuestro producto estrella, que es el aceite de oliva. No hay motivo, en opinión de ASAJA, para un consumo tan masivo de aceite de palma por parte de la industria agroalimentaria española, dando de lado a otros productos alternativos más seguros desde el punto de vista de la salud pública y que además son de origen local. El único motivo para esta apuesta por aceite de palma, a pesar de su mala prensa respecto al respeto al medio ambiente y a la salud pública, hay que buscarlo en el interés por aprovisionarse de materias primas baratas para competir en precio en los lineales de las grandes superficies.

España está también ente los principales importadores de semilla de soja y harina de soja, algo normal dada la importante cabaña ganadera de nuestro país, junto a nuestro déficit endémico en productos agrarios de alto valor proteico. En el periodo antes mencionado se importaron 1.893.251 toneladas de soja y 1.616.198 toneladas de harina de soja. De girasol, del que Castilla y León es una importantísima zona productora donde la industria extractora impone precios que a duras penas cubren costes de producción, España ha importado 287.239 toneladas de harina de girasol y 235.892 toneladas de aceite de girasol.