Azucarera y las organizaciones profesionales agrarias no han llegado a un acuerdo para aplicar en estas próximas entregas de remolacha el Reglamento que determina la forma de recepcionar y valorar la remolacha que entra en las fábricas. Esta normativa data de 1980 pero con anterioridad ya había otra que regulaba este aspecto y que como ahora daba a los remolacheros, a través de las organizaciones del sector, la potestad de estar en las fábricas con personal propio para hacer labores de control y vigilancia.
El Reglamento de Recepción y Análisis de Remolacha establece que en cada fábrica se ha de crear una Comisión de Recepción y Análisis paritaria entre industria y productores, representados estos por las organizaciones agrarias mayoritarias, y auxiliados por el personal técnico que se estime conveniente. El personal en labores técnicas y de vigilancia tiene como principal misión comprobar cómo se efectúan los descuentos de impurezas y cómo se determina la calidad de la remolacha por su riqueza en sacarosa. Ambos conceptos son fundamentales para determinar el precio de la raíz.
Por vez primera en la historia, Azucarera pretende comenzar la campaña sin la presencia de los agricultores en las comisiones de fábrica y sin técnicos del sector agrario en labores de vigilancia. Si esto es así, deberá de ser el ministerio de Agricultura el que intervenga para que se aplique la normativa en vigor, y de no aplicarse, los productores podrán impugnar todas las valoraciones de entregas de remolacha con las que no estén conformes.
ASAJA LEON. OCTUBRE 2020.