No hay ninguna evidencia de que el Glifosato sea cancerígeno y tanto la EFSA como la ECHA, tampoco han señalado que este herbicida cause cáncer

Una vez más el campo ha vuelto sufrir un nuevo ataque injustificado que pretende alarmar a la sociedad con informaciones muy alejadas del rigor científico.

Esta vez el responsable fue el programa “En el Punto de Mira” de la cadena Cuatro, que, en su última emisión, emitió un reportaje donde en un bloque, abordaba de forma sensacionalista y con poco rigor científico los efectos del glifosato en la salud de las personas. Una cadena que es reincidente, a la hora de informar sobre el sector de forma tendenciosa y con datos poco o nada contrastados.

Los fitosanitarios que usan los agricultores están autorizados por los ministerios de agricultura de los gobiernos de cada país, y se aplican a unas dosis recomendadas por los fabricantes que son efectivas y seguras, como en la medicina humana o animal. En el caso del glifosato, diversas organizaciones gubernamentales académicas han estudiado el uso del glifosato en varios países y ninguna ha encontrado evidencia alguna de que produzca cáncer.

Tanto la Agencia Europea para sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), como la Agencia Ambiental de Estados Unidos, que se encarga de proteger la salud de las personas y el medio ambiente, han determinado que el glifosato no es cancerígeno o afecta al medio ambiente. Por eso, tanto en Europa como en EE.UU está permitido su uso desde hace muchos años tras pasar todos los controles pertinentes.

En las explotaciones agrícolas dedicadas a la producción de cultivos extensivos, este producto es de uso obligatorio, y no tiene alternativa, cuando se utiliza la técnica agrícola denominada “Siembra Directa”. Sin él las malas hierbas que ya están presentes en el momento de la siembra, invadirían los cultivos bajando los rendimientos a niveles no rentables. De hecho, países como Brasil, Francia, Siri Lanka, que ante las presiones de grupos ecologistas limitaron temporalmente su uso, han revocado esta decisión ante la incapacidad de encontrar alternativas al glifosato y la baja productividad que en las cosechas provocó esta decisión precipitada.

Los grupos políticos españoles con mayor representación en el Parlamento Europeo: PP, PSOE, Ciudadanos y Vox, han votado por la continuidad del uso del glifosato ante las evidencias científicas, siguiendo las recomendaciones tanto de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como de la Agencia Europea para sustancias y Mezclas Químicas (ECHA). No, como recoge el reportaje en base a la opinión de un pastor que está en contra del glifosato y responsabiliza al glifosato de la muerte de sus ovejas, sin aportar informes veterinarios o necropsias, solo su opinión.

La agricultura extensiva de Castilla y León lleva años con problemas alarmantes de sobre población de fauna silvestre a la que contribuimos a alimentar GRATIS:  jabalíes, corzos, conejos, topillos. Es imposible que esta fauna no se muera pastando campos donde se utiliza el glifosato y si se mueran las ovejas de un pastor. Puesto que, una característica importante es que tiene una vida media muy corta, de tan solo 22 días antes de biodegradarse. Esto hace difícil que sus efectos acumulativos tengan un impacto significativo.

La información sesgada, poco rigurosa, y sin aval científico, desencadena una alarma social que provoca que nos quiten “herramientas” como los fitosanitarios, o herbicidas o como el glifosato, para producir alimentos en cantidad, calidad, seguros y a un precio razonable. ASAJA Valladolid denuncia que esto desencadena que, por noticias falsas, se legisle erróneamente prohibiendo productos necesarios para conseguir unas cosechas que puedan atender la demanda en nuestro país. Al final, estos grupos de presión consiguen el efecto contrario. Nuestros agricultores no pueden producir usando determinados productos, pero podemos importar alimentos de países terceros que no pasan los rigurosos controles de seguridad alimentaria europeos. Un sin sentido.

El continuar eliminado materias activas para poder tratar los campos contra plagas y enfermedades, sin que se ofrezca un tiempo razonable para sustituirlas por otras igual de eficaces, nos llevará en un tiempo no muy lejano a una falta de alimentos a nivel mundial.

ASAJA Valladolid pide que se deje trabajar en libertad a las autoridades científicas europeas que velan por nuestra salud y que hasta ahora han avalado el uso del glifosato como seguro. Un control que este año se revisará nuevamente para seguridad de todos.