La determinación tanto del nuevo presidente como la Junta Directiva y el apoyo de los Servicios Jurídicos y sus socios, han sido decisivos para el esclarecimiento de los hechos ayer sentenciados

La condena del anterior presidente de Asaja Valladolid, Lino Rodríguez y  su esposa Ana de la Fuente Hernansanz, como responsables de delitos patrimoniales en los que Asaja Valladolid resultó perjudicada, a tan elevado número de años de prisión y cuantiosa responsabilidad civil, es un ejemplo del encomiable esfuerzo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de la Administración de justicia, que durante años han investigado la compleja trama urdida para apropiarse fraudulentamente de una ingente cantidad de dinero por parte de los condenados, haciendo bueno el dicho de que la Justicia es lenta pero segura.

No menos meritorio viene siendo la postura adoptada por la nueva Junta Directiva de Asaja Valladolid, y en especial de su presidente D. Juan Ramón Alonso García, que en enero del 2017 sucedió a la malograda época de su predecesor, D. Lino Rodríguez Velasco, presidente durante nada menos que veinticinco años. 

Lo fácil para la nueva Junta hubiera sido pasar página, ahorrar esfuerzos, mirar hacia otro lado y evitar remover aquello que pudiera ser noticia que dañara la imagen de la Asociación; sin embargo, fieles a su promesa realizada cuando fueron elegidos por los agricultores y ganaderos de la asociación, no han ahorrado esfuerzos para depurar civil y penalmente todas aquellas actuaciones contrarias a la Ley y a los intereses de los socios de Asaja, en el único interés de depurar responsabilidades reparar los daños causados y abrir puertas y ventanas dotando de absoluta transparencia a la organización provincial desmarcándose de las formas de la etapa anterior.

Esta condena puede no ser la última, dado que existen otros cinco procedimientos penales en los que Asaja Valladolid, ha denunciado y se ha personado como acusación particular, estando unos pendientes de investigación y otros de celebración de juicio.

Los Servicios jurídicos de nuestra organización, no pararán hasta que el patrimonio y los intereses económicos lesionados sean restituidos a la organización, y en definitiva a todos sus socios que son los legítimos propietarios.