ASAJA expresa su firme rechazo a la reducción de la jornada laboral a treinta y siete horas y media semanales aprobada por el Gobierno de España en el consejo de ministros celebrado este martes, 4 de febrero. La medida, pactada entre el Ejecutivo y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, se ha impuesto sin tener en cuenta las particularidades del sector agrario y sin consenso con las organizaciones empresariales. Por ello, generará serias dificultades para las explotaciones agrícolas y ganaderas en todo el país.
Pedro Barato, presidente de ASAJA, ha manifestado que esta decisión «dejará al sector en una situación muy complicada, ya que actualmente ya sufrimos una grave falta de mano de obra en nuestras explotaciones y campañas agrícolas».
La reducción de la jornada obligará a contratar más trabajadores para cubrir las mismas tareas, lo que supone un incremento de costes inasumible para muchos productores.
DIFICULTAD AÑADIDA. Desde ASAJA se recuerda que, con la actual reforma laboral, solo se pueden realizar contratos fijos o fijos discontinuos, dificultando aún más la adaptación del sector a esta nueva normativa.
«No encontramos trabajadores y ahora, además, se encarece el coste laboral, ya que, al reducirse la jornada y mantenerse los salarios, se genera una subida encubierta de sueldos», añade nuestro presidente.
CICLOS PRODUCTIVOS PROPIOS. ASAJA subraya que la reducción de jornada no responde a la realidad del campo, donde los trabajos agrícolas dependen de factores como la climatología y los ciclos de producción.
Nuestra organización ya ve muy complicado negociar los convenios con la jornada actual, como para ahora imponer una reducción sin atender a las necesidades reales del sector.
Además, denunciamos que esta medida se ha adoptado sin consultar ni considerar las consecuencias para la agricultura y la ganadería. «Los legisladores desconocen por completo la realidad del campo y legislan desde los despachos, sin escuchar a quienes trabajamos cada día en la producción de alimentos», ha afirmado Pedro Barato.
TRASLADO AL PARLAMENTO. ASAJA trabajará con los grupos parlamentarios para trasladarles la enorme preocupación del sector y exigir que se introduzcan medidas de flexibilidad para la agricultura y la ganadería.
Es imprescindible que tanto el Gobierno de España como los sindicatos mayoritarios entiendan que las condiciones del campo no pueden equipararse a las de otros sectores, y que cualquier modificación en la regulación laboral debe contar con la participación de todos los actores afectados.
En esta materia y en otras que nos afecten, ASAJA seguirá defendiendo los intereses de los agricultores y ganaderos españoles frente a decisiones que comprometan su viabilidad y competitividad./


