La Lonja de Salamanca celebrada este lunes, 17 de febrero, ha constatado una nueva subida en todas las categorías del bovino, tanto para matadero como para vida, mesa esta última donde se ha producido un fuerte debate entre ganaderos y compradores. Por su parte, el ovino ha repetido precios, al igual que el viernes 14 en la lonja quincenal de la Mesa del Lechazo de Castilla y León, celebrada en Tordesillas (Valladolid).

Los ganaderos de ovino propusieron, sin lograr su objetivo, que la lonja salmantina reflejase una pequeña subida en las cotizaciones del ovino, dado que las ventas se han reactivado ante la proximidad del ramadán, que este 2025 prácticamente coincidirá con el mes de marzo.

La Mesa del Lechazo de Castilla y León también mantuvo precios, que están en torno al 17,5 % más que hace un año, reflejo de una oferta muy ajustada para la actual demanda del ovino local, cuya calidad se aprecia en hogares y restauración. Así, el kilo de lechazo IGP se está pagando, en plena temporada baja, a 5,35 euros, unos ochenta céntimos más que hace un año, y noventa céntimos más que a estas alturas de campaña en 2023.

En la mesa el bovino para vida, la Lonja de Salamanca marcó una subida de nueve céntimos para los terneros por decisión de la presidencia, ya que los ganaderos reclamaban una actualización de precios con el compromiso de repetir las próximas semanas, pero los compradores rechazaron la medida. En la cotización, los productores solicitaron treinta céntimos y los tratantes mantener las tablillas, así que la presidencia arbitró esa subida de nueve céntimos por kilo de res para criadero.

Idéntica subida se aprobó para los machos para matadero, mientras las terneras se corrigieron al alza siete céntimos por kilo; y las vacas, seis céntimos, unas apreciaciones que, en todo caso, siguen dejando los precios por debajo de la realidad del mercado, según los ganaderos, dada la fortísima demanda procedente del exterior y, en especial, de Marruecos y Argelia./