Nuestra oficina en Bruselas traslada a los socios de ASAJA los últimos datos disponibles sobre el acuerdo alcanzado este domingo entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. La primera comunicación fue vaga y generó gran preocupación en el sector agroalimentario. Tras una reunión técnica entre la Dirección General de Comercio de la CE (DG Trade) y los embajadores de la UE, se han conocido algunos detalles clave. La declaración conjunta entre Estados Unidos y la UE se ultimará esta semana. Bruselas insiste en que se negocian exenciones y en que no habrá concesiones ni en productos sensibles ni en las llamads normas SPS (Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias) de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Según la información recopilada por la DG Trade, todos los productos que la UE exporte a Estados Unidos estarán sujetos a un arancel fijo del 15 % a partir del viernes, 1 de agosto, una vez que la administración Trump emita la orden ejecutiva correspondiente. Actualmente se negocian posibles exenciones para determinados productos, pero aún no hay confirmación definitiva.
En paralelo, la Comisión ha anunciado que reducirá a cero los aranceles de una lista de productos que incluyen alimentos no sensibles, productos industriales y pesqueros. Esta lista se publicará junto con la declaración conjunta y, según la DG Trade, incluirá frutos secos, algunos quesos, productos lácteos, piensos y determinados fertilizantes, entre otros productos.
No todos esos productos tenían hasta ahora aranceles bajos, lo que pone en duda su verdadera consideración de no sensibles. Del lado estadounidense, todavía no hay claridad sobre qué sectores quedarán exentos. Las conversaciones están más avanzadas en las bebidas espirituosas que en el vino, aunque no existe un calendario definido.
AMBIGÜEDAD E IMPRECISIÓN. En su declaración tras el acuerdo, Ursula von der Leyen únicamente explicitó que no habrá arancel mutuo en «todas las aeronaves y sus componentes, ciertos productos químicos, ciertos genéricos, equipos de semiconductores, ciertos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas esenciales», lo que resulta de momento demasiado amplio, impreciso y ambiguo para nuestro sector. Por ello, la oficina permanente de ASAJA en Bruselas seguirá recabando información y comunicará la lista definitiva de productos afectados y el texto completo del acuerdo en cuanto se publique./
La web de la Comisión ya avanza que se dará «mejor acceso al mercado de la UE a ciertas exportaciones agrícolas estadounidenses no sensibles, por un valor de 7500 millones de euros». Entre esos productos «no sensibles», aunque sujeros a contingentes, cita el aceite de soja, las semillas, los cereales o los frutos secos, así como alimentos procesados como el kétchup, el cacao y las galletas.
No obstante, la UE afirma que no realizará concesiones en productos sensibles ni en cuestiones sanitarias y fitosanitarias (normas SPS), asuntos que se dejarán para futuras negociaciones, centradas en reducir más derechos de aduana, eliminar barreras no arancelarias y avanzar en cooperación económica y de seguridad.
Tampoco está cerrado el mecanismo legal para aplicar este acuerdo. La Comisión estudia dos opciones: instrumentos autónomos, más rápidos; o un acuerdo bilateral internacional, más complejo y lento./


