Los miembros del Praesidium del Copa y de la Cogeca han celebrado una reunión extraordinaria para tratar la actual crisis energética y sus efectos en el sector agroalimentario. La sesión se ha producido en un momento clave en la esfera política de la Unión Europea, ya que ha coincidido con la reunión informal de los Jefes de Estado y de Gobierno en Praga.

La subida de los costes de la energía y su repercusión en el precio de la electricidad, el gas, los carburantes, los fertilizantes y demás insumos agrícolas han causado serios apuros para los agricultores y cooperativas agrarias de muchos sectores. Con la subida de los precios del gas y la electricidad, muchos productores están al borde del colapso y se plantean la continuidad de su actividad. Aunque los precios en origen para los agricultores han aumentado, no han logrado cubrir los incrementos mucho mayores de los costes de producción, lo cual tiene graves consecuencias en el contexto actual de creciente inflación.

«Disponer de alimentos este invierno será una cuestión tan relevante como poder calentar o iluminar nuestros hogares. En estas circunstancias extraordinarias, con una guerra en Europa y el uso de los suministros alimentarios y energéticos como armamento por parte de Rusia, es esencial preparar una respuesta europea común, unida y eficaz que asegure las necesidades de los sectores esenciales de la Unión Europea y sus ciudadanos, a la vez que mantenga el correcto funcionamiento del mercado único», ha subrayado Christiane Lambert, presidenta del Copa.

Aportar certeza respecto al suministro energético del sector y respecto a la reducción de la volatilidad de los precios energéticos será de suma importancia. La Comisión Europea y los Estados miembro deben reconocer el papel fundamental de los agricultores europeos, las cooperativas agrarias y la cadena de suministro agroalimentario. Para ello, deberían priorizar el sector agroalimentario en los planes de racionamiento del gas que barajan los Estados miembro para adoptar las medidas establecidas por la Comisión en su Comunicación del pasado julio. Además, la reducción del consumo energético durante las horas punta no debería aplicarse a la cadena de producción alimentaria. También resulta crucial diversificar el suministro de energía aprovechando el papel clave de la bioenergía y los biocombustibles provenientes de cultivos, así como el potencial de la producción descentralizada de energía renovable en las explotaciones.

«Pedimos medidas a nivel europeo específicas, inmediatas, a corto y medio plazo para los sectores agrarios y forestales, que incluyan intervenciones económicas para garantizar la liquidez, de modo que no haya perturbaciones en las cadenas de suministro alimentario y energético durante el invierno ni más adelante», ha añadido Ramón Armengol, presidente de la Cogeca.

En cuanto al tope en los precios del gas que se emplea en la producción eléctrica, el Copa y la Cogeca toman nota de las declaraciones de la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, e invitan a la Comisión a que realice propuestas prontas y eficaces sobre cómo lograr que dicho tope funcione adecuadamente. En particular, es fundamental que las propuestas reduzcan las facturas de energía, gas y electricidad, pero sin perturbar ni el suministro ni el mercado de la energía a largo plazo.

En cuanto a los abonos, celebramos las recientes declaraciones del Comisario de Agricultura Wojciechowski sobre la creación de una nueva estrategia para los fertilizantes. Hay que consolidar su disponibilidad y asequibilidad para que los agricultores puedan garantizar una producción alimentaria suficiente. Otra medida fundamental, tal y como figura en el plan de acción del Copa y la Cogeca, es la suspensión de las barreras arancelarias para las importaciones de urea y nitrato de amonio (UAN) procedentes de Trinidad y Tobago y de los EE.UU., así como la supresión de los derechos convencionales mientras persista el riesgo de escasez en el mercado europeo.

Los agricultores y las cooperativas de la UE siguen dispuestos a proporcionar a los consumidores alimentos inocuos y de calidad, para lo cual se requieren medidas europeas urgentemente.