ASAJA-Castilla y León denuncia que los precios del cereal no cubren los costes de producción ordinarios, con los precios actuales de ambos factores, según refleja un estudio de la Universidad de Valladolid encargado por la Junta de Castilla y León, que esta semana se ha difundido en la página web de la administración regional. En el documento, circunscrito a los dos principales cereales de invierno (trigo y cebada) se pone de manifiesto que ni con los rendimientos excepcionalmente buenos de la última cosecha, se cubren los gastos. Se trata de un grave problema de rentabilidad que viene denunciando ASAJA-Castilla y León desde la campaña pasado: no en vano, según los datos de la PAC 2025, la comunidad ha cultivado esta última nada menos que 873 000 hectáreas de trigo y 712 000 de cebada, que suman el 30 % de la superficie PAC de la región, pero más del 54 % si descontamos pastos y barbechos.
El estudio revela que para cubrir los costes de producción del trigo habría que vender la tonelada entre 185 y 215 euros, dependiendo de provincias (ya que los gastos difieren de unas a otras); y en el caso de la tonelada de cebada, entre 186 y 210 euros.
Desde que empezó a comercializarse la última cosecha en julio, ambos cereales han operado por debajo de esas referencias, por lo que no se cubren los costes y se habría incumplido la Ley de la Cadena Alimentaria.
Desde ASAJA subrayamos que los costes son fijos (es decir, se aplican para conseguir la mejor cosecha, acompañen o no las condiciones atmosféricas).
Por eso, si se mantiene la situación actual de los precios de los insumos y los cereales, se producirá a pérdidas cuando los agricultores se enfrenten a un año de rendimientos medios o por debajo de esos umbrales.

DOS MILLONES DE HECTÁREAS. Precios bajos del grano y costes altos de los abonos y otros insumos son la tormenta perfecta que aboca a la ruina del sector cerealista, sin duda el más castigado en la actualidad, como viene denunciando ASAJA.
No hay que perder de vista la importancia que el cereal tiene para la agricultura de Castilla y León, con más de dos millones de hectáreas cultivadas la última campaña, si incluimos el maíz (datos solicitudes de la PAC 2025). Es decir, más de dos tercios de la superficie cultivada.
El informe elaborado por la Universidad de Valladolid para la Junta de Castilla y León pone de manifiesto que, incluso en una campaña como la 2025, con una buena cosecha, el promedio de ingresos netos que percibirán los agricultores cerealistas de Castilla y León se limitan a las ayudas de la PAC.
RENTABILIDAD DISUASORIA Y FERTILIZACIÓN INSUFICIENTE. Nuestra organización denuncia que la PAC por sí sola resulta un ingreso insuficiente para las familias agricultoras y ganaderas de Castilla y León, porque esa baja rentabilidad no permite vivir dignamente del campo, ni invertir y modernizar las explotaciones. Los niveles de renta no resultan así atractivos para la incorporación de jóvenes y garantizar el relevo generacional en el sector.
Por otra parte, desde ASAJA lamentamos que un informe de tanta trascendencia, que puede servir de referencia en aspectos relacionados con la Ley de la Cadena Alimentaria, no se haya contrastado con el sector en ciertas cuestiones antes de su publicación, depurado errores que saltan a la vista de cualquiera. Entre ellos, destaca el capítulo del coste de fertilización, anormalmente bajo, con un aporte muy insuficiente de abonado para las necesidades reales de la agricultura cerealista de Castilla y León./


