ASAJA-Palencia celebró su tradicional balance del año agrario el martes 16, cita que congregó a más de doscientas personas en en el hotel Castilla Vieja de la capital, entre integrantes de las dieciocho juntas comarcales y responsables sectoriales de nuestra entidad, directivos y toda su plantilla de personal, y representantes de todas las administraciones públicas y entidades privadas del ámbito agroganadero.
El bajo precio de las producciones agrícolas (en especial de los cereales, columna vertebral del campo palentino) fue el principal motivo de preocupación expresado en las intervenciones, dado el elevado coste de los insumos y que los altos rendimientos de la pasada cosecha —en muchas parcelas históricos— pueden llevar a que este grave problema de rentabilidad quede camuflado. Dicho de otro modo, con los rendimientos de los años normales, estos precios no cubren, ni de lejos, los costes productivos.
El presidente de ASAJA-Palencia, José Luis Marcos, afirmó que «agrícolamente ha sido bueno en cuanto a kilos, pero económicamente es un desastre, y al final lo que cuenta es la rentabilidad».
Por su parte, Donaciano Dujo, expresó su temor por el sector cerealista porque no todos los años se dan estos buenos rendimientos. De modo gráfico, dijo que «la cuerda aguanta hasta que se rompe, y se va a romper este verano», al tiempo q ue valoró que al fin se estén pagando en la ganadería «unos precios dignos, acordes con el esfuerzo que conlleva».
Tanto Marcos como Dujo lamentaron la sobrepoblación de fauna silvestre (jabalí, corzo, conejo, ciervos) y criticaron a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta por desoír durante años la petición de ASAJA de adoptar medidas de control, que ahora se toman por detectarse peste porcina en jabalíes de Cataluña.
