ASAJA ha valorado la rápida detección de jabalíes infectados por peste porcina africana (PPA) en la zona de Collserola (Barcelona), primer foco localizado en España desde 1994, y ha lanzado un mensaje de tranquilidad al sector porcino y a la ciudadanía. No obstante, nuestra organización reclama un plan nacional de control de la fauna salvaje, cuya presencia desordenada en el medio rural constituye un riesgo permanente, tanto para la sanidad animal como para la producción agraria.

La Unión Europea (UE) ha ampliado hoy de 64 a 91 los municipios de ocho comarcas, que estarán sometidos a restricciones hasta el 28 de febrero de 2026 por el brote de peste porcina africana. La decisión publicada en el Diario Oficial de la UE señala que las medidas de control —como la restricción de desplazamientos de los animales y sus productos derivados— deben aplicarse lo antes posible en dicha zona, dada la urgencia de la situación epidemiológica.

Pere Roqué, presidente de ASAJA-Cataluña

Antes, las autoridades españolas prohibieron la actividad en el medio natural de doce municipios dentro de un radio de seis kilómetros en torno a Cerdañola del Vallés, donde se han encontrado los jabalís muertos contagiados. Al mismo tiempo, se ha establecido un perímetro de vigilancia de veinte kilómetros con restricciones en esos 64 municipios, mientras se captura y controla a posibles animales infectados con ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

NO CONTAGIA AL SER HUMANO. Hay que recordar que la enfermedad no se contagia a los seres humanos, ni por contacto ni por ingestión de alimentos, pero el riesgo es elevado en términos de salud animal y por el potencial impacto económico en el sector porcino. El brote no solo puede reducir sus exportaciones, sino que, en el caso de contagio en una granja, la ley obliga a sacrificar a todos los animales de la explotación.

El panel adjunto, elaborado por la Organización Colegial Veterinaria, expone con claridad detalles importantes de la peste porcina africana. No afecta al ser humano por ninguna vía, si bien puede ser un vector de contagio para las explotaciones, por lo que hay que extremar las medidas de bioseguridad.

Nuestra organización agraria destaca que los servicios veterinarios han actuado con diligencia y eficacia, según Pere Roqué, presidente de ASAJA-Cataluña, comunidad autónoma donde se han localizado los focos en jabalíes, al confirmarse el positivo en tiempo récord y activar de inmediato el protocolo previsto en el manual nacional de lucha contra la enfermedad. Roqué ha subrayado que esta rapidez es clave para reducir el riesgo de expansión, por lo que agradece el trabajo de los profesionales implicados.

SECTOR PREPARADO. ASAJA quiere enviar un mensaje claro: El sector porcino español está preparado. Hemos pasado años modernizando explotaciones, reforzando medidas de bioseguridad y situando a nuestras granjas entre las más avanzadas del mundo. España es un país referente en exportación, y el porcino es uno de los sectores que más aporta a producto interior bruto nacional.

Por ello, desde nuestra organización apelamos a dejar trabajar a los técnicos y evitar el alarmismo, para trabajar de la mano entre las administraciones públicas, los ganaderos y los demás operadores del sector porcino.

DESCONTROL. No obstante, ASAJA considera que, más allá de la gestión inmediata del foco, la presencia descontrolada de fauna salvaje en el medio rural constituye un riesgo permanente, tanto para la sanidad animal como para la producción agraria.

Al igual que ha manifestado ASAJA-Castilla y León, a través de nuestro presidente regional, Donaciano Dujo, el máximo responsable de nuestra organización en Cataluña recuerda que llevamos años denunciando que la población de jabalíes, ciervos y conejos es desorbitada. Su expansión descontrolada viene generando daños continuados en las explotaciones, y reduciendo la producción agroalimentaria del país, según ha señalado Roqué.

REALISMO. Por ello, ASAJA pide al Gobierno de España que impulse un plan nacional de erradicación y control de fauna salvaje, especialmente del jabalí, para reducir el riesgo sanitario y minimizar el impacto sobre el campo.

«Lo que ha ocurrido en Collserola —comarca barcelonesa donde se han localizado los focos— no es un caso aislado. La presión de fauna salvaje es un problema estructural y debe abordarse como tal. España necesita una estrategia de control realista y eficaz», subraya el presidente de ASAJA-Cataluña.

ASAJA apela a la colaboración plena entre el Gobierno de España, las comunidades autónomas, el sector productor y los servicios veterinarios oficiales para garantizar que el foco detectado se controla con rapidez y que la producción porcina española —líder mundial— mantiene su seguridad sanitaria y su reputación internacional./