La Junta Directiva de ASAJA, reunida el viernes 2 de junio en Madrid en sesión ordinaria, ha decidido pedir la dimisión de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, por sus mensajes alentando al boicot de las fresas de Huelva. Una vez más, un destacado integrante del Gobierno que preside Pedro Sánchez infringe un duro e injustificado ataque al sector agrario de nuestro país, una campaña de desprestigio a la que sorprendentemente se ha sumado el líder del Ejecutivo de España.

Resulta inaudito que desde el propio Gobierno se esté continuamente lanzando mensajes en contra de un sector económico de vital importancia como es el sector agrario español. La primera obligación de un gobernante es estar al lado de los ciudadanos que representa y salvaguardar y defender sus intereses. Esta ha sido la última agresión de este Gobierno que, recordemos, no duda en desprestigiar el trabajo de los  agricultores y ganaderos españoles siempre que tiene oportunidad.

Digno de mención fue el ataque a los ganaderos de este país que protagonizó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en un medio británico como The Guardian al asegurar que España exporta «carne de mala calidad». Tristemente célebres también resultaron las palabras de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, al remitir una circular a los inspectores donde les instaba a que buscasen entre el empresariado agrario casos de «explotación laboral» o incluso «esclavitud».

Ahora es la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien apoya una campaña ciudadana germana para que los supermercados de Alemania no vendan fresas de Huelva. Su apoyo al boicot de los productos españoles es de todo punto inadmisible, porque constituye una clara agresión a miles de productores y sus familias, que trabajan duro todo el año para sacar adelante sus explotaciones, generar riqueza y contribuir al desarrollo exportador del país.

CIEN MIL EMPLEOS. El sector productor de fresa y otros frutos rojos no solo aporta a las exportaciones del sector agroalimentario cerca de 600 millones de euros anuales, sino que además da empleo directo a cien mil personas. La producción de frutos rojos de Huelva está reconocida a nivel mundial y garantizada como fruta de calidad, segura y saludable, que se produce de forma sostenible, con las técnicas más eficientes y de máximo aprovechamiento de riego, reducción de plásticos y conservación del medio ambiente.    

Desde ASAJA instamos al presidente del Gobierno y a todo su gabinete a que no utilicen al sector agrario como arma arrojadiza en la confrontación política, y que se abstengan de infringir más perjuicios a los productores. Las consecuencias de este tipo de declaraciones pueden ser desastrosas para un sector que pasa por momentos de graves dificultades e incertidumbres (sequía, inestabilidad de los mercados, falta de rentabilidad de las explotaciones, bajos precios en origen, altos costes de producción y normativas lesivas)./