Junto con cooperativas lácteas y el resto de Opas, ASAJA se movilizó el domingo para protestar contran la critica situación por la que atraviesan los productores de leche que soportan una asfixiante y abusiva política de precios a la baja por parte de las industrias compradoras de leche. Con esta protesta se reivindicó un PRECIO DIGNO PARA LA LECHE EN ORIGEN, al tiempo que se reclamó al Ministerio de Agricultura la aplicación rigurosa del sistema de cuotas lácteas.

La concentración tuvo lugar el domingo en Valladolid, concretamente en la Feria de Muestras de Valladolid, y coincidió con la inauguración de Alimentaria, acto al que acudió el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera.

No existen, a juicio de esta organización, razones objetivas para que la industria mantenga una política de precios tan bajos como los actuales y mucho menos con bajo amenazas de llevar a cabo nuevas bajadas de precios a los productores, cuantificadas ya en 2 céntimos de euros (3 ptas.), para la leche que se recoja durante este mes. “La situación –denuncia Donaciano Dujo, presidente de ASAJA de Castilla y León– va de mal en peor. Se ha pasado de cobrar una media de 55 pesetas por litro en el año 2001 a 47 en el 2002, y ahora quieren pagarlo a 44. Mientras, el consumidor cada vez paga más por el producto, y es la industria la que está reteniendo ese desproporcionado margen de beneficio”.

Las pérdidas, que esta política insensata por parte de la industria láctea ha generado para los ganaderos de leche sólo en Castilla y León, superan los 50 millones de euros, desde que hace catorce meses los industriales comenzaran, unilateralmente, a bajar el precio de compra al productor en unos 4 céntimos de euro. En estos momentos, el precio medio del litro de leche al consumidor ronda los 0,66 euros (110 ptas.), mientras que el productor tan sólo percibe 0,29 euros (49 ptas.). La excusa tan utilizada por la industria de que la leche es usada como “producto gancho” se ha demostrado insostenible, y ya no es válida.

En opinión de ASAJA, la causa principal de los bajos precios es la existencia de gran cantidad de leche que no se declara, lo que constituye un delito y un fraude contra la Unión Europea y la Hacienda Pública. Este tipo de leche es la que presiona los precios a la baja y contribuye a que se desvirtúen los precios en el mercado de la leche que está dentro de la legalidad. “Es la propia industria la que está favoreciendo esta leche negra, comprando a quien quiere y al precio que quiere. Además, el ganadero no puede cambiar de comprador para su leche si está disconforme con el precio que le ofrece una industria, porque el resto le cerrará también sus puertas, cumpliendo con un pacto tácito existente entre las industrias”, apunta Donaciano Dujo.

Por este motivo, ASAJA reclama a la Administración que se aplique, de forma rigurosa, el sistema de cuotas lácteas y que caiga todo el peso de la Ley sobre aquellos que incurran en prácticas fraudulentas para que el resto de ganaderos e industrias que respetan y cumplen la legalidad no se vean perjudicados en su actividad profesional.

1.500 millones de pesetas en pérdidas sólo en la provincia de Palencia.-

El presidente de ASAJA-PALENCIA, Donaciano Dujo, señala que de no conseguir un precio digno para la leche, las pérdidas de los ganaderos palentinos ascenderán este año a 500 millones de pesetas (3 millones de euros), teniendo en cuenta que la producción anual en la provincia es de 150.000 toneladas. Unas pérdidas que se sumarían a las producidas en 2001 y 2002, que alcanzaron los 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros).

Estas pérdidas económicas para el sector se calculan en función de la bajada de 3 pesetas prevista en el precio que se paga al ganadero por litro de leche. Si en 2001 el precio medio era de 55 pesetas/litro (0,33 euros), en 2002 el precio registró una bajada de 7 pesetas, situándose en 47 pesetas/litro (0,28 euros), y la bajada para 2003 es de 3 pesetas más. Esta situación es la que ha llevado a la organización agraria a convocar las movilizaciones.