La directiva hasta ahora, solo afectaba al porcino y aves, que con las nuevas modificaciones se ven más afectados, ya que se reduce el umbral de tamaño de las explotaciones, y según la propuesta, en total se pasaría de estar afectadas 20.000 granjas a 185.000.

Resulta sorprendente que la Comisión Europea aproveche para presentar esta propuesta, cuando los gobiernos hablan de la importancia de lograr la soberanía alimentaria y los ganaderos están pasando por una profunda crisis por los elevados costes de producción, especialmente los piensos.

La directiva, en la que se incluyen a las explotaciones ganaderas, fue concebida para controlar las emisiones de las grandes industrias, como papeleras, químicas, metalúrgicas, y energéticas entre otras, que nada tienen que ver con las actividades ganaderas pero ahora se aprovecha para, una vez más, culpar de todos los males del mundo a la ganadería.