Con un veterano consejero se debe dar nueva vida a la Consejería

Donaciano Dujo Caminero

Como presidente de ASAJA de Castilla y León lo primero que quiero es dar mi sincera felicitación al presidente de la Comunidad Autónoma recientemente elegido, Juan Vicente Herrera, y a todo su equipo de gobierno. Qué duda cabe que dentro del sector que me compete debo hacer una especial mención al consejero de Agricultura y Ganadería. Recientemente, en una de las últimas comisiones regionales agrarias, le manifesté que un periodo lógico de permanencia en un cargo -y además como modelo de la principal cabeza visible del Gobierno de esta nación del partido que él ostenta- ocho años era un mandato lógico para cualquier político.

La respuesta de José Valín Alonso fue que entonces le quedaba un año de mandato. Al día de hoy sigo manteniendo que no tenía Juan Vicente Herrera muchas opciones donde elegir, dentro de Castilla y León, a alguien que tuviese los conocimientos necesarios para negociar en el MAPA la parte lógica que corresponde a Castilla y León con la aprobación de la nueva PAC.

Por lo tanto creo que la decisión tomada por Juan Vicente Herrera es la lógica en estos momentos, y la más apropiada a una región en la que la nueva PAC influye de una manera muy importante, y por la cual está en peligro mucha de la superficie agraria útil y de los profesionales del campo.

Ahora le corresponde al consejero de Agricultura seguir nombrando las piezas del puzzle para configurar el organigrama de la Consejería de Agricultura: secretario, directores generales, jefes de servicio, etc.

Desde luego, desde ASAJA no vamos a incidir ni manifestarnos sobre qué personas deben acometer esos cargos, pero sí queremos manifestar al consejero que las nuevas líneas de trabajo y directrices de la Consejería tienen que dar al campo de Castilla y León nuevos aires de ilusión y profesionalidad en el sector agrícola y ganadero.

Debemos encontrarnos en un marco totalmente distinto a la pasada legislatura. Debemos utilizar todos los mecanismos legales y presupuestarios para favorecer la empresa agraria profesional de Castilla y León para que, como mínimo -y a ser posible superarlo- los mil jóvenes que prometió Juan Vicente Herrera de incorporación cada año al sector agrícola, sean una realidad.

Debemos conseguir que aquellos expedientes que en el rutina diaria del anterior mandato han dormido en los despachos durante muchos meses e incluso años, salgan a la luz y se aprueben con la inmediatez necesaria para no crear la confusión y el desánimo en los profesionales que lo solicitan. Deben ser una realidad las nuevas infraestructuras del Plan Nacional de Regadíos y del Plan Hidrológico Nacional para que los profesionales de esta comunidad hagan sus explotaciones más dinámicas y productivas. Debemos conseguir unas relaciones más directas y estrechas con la Consejería de Medio Ambiente para que ésta haga una política de apoyo y a favor de los profesionales de la agricultura, los verdaderos valedores del Medio Ambiente de esta región. Tenemos que convencer a la nueva consejera de Hacienda de que los fondos de esta comunidad que en gran parte son generados por el sector agrícola y ganadero, tienen que volver a distribuirse entre los agricultores y ganaderos para poder desarrollar políticas regionales que sirvan para incrementar nuestra producción y por lo tanto, el PIB de esta región.

Señor Valín, entiendo que va a ser difícil convencerle de la crítica situación que puede acontecer al campo de Castilla y León con la nueva PAC. Ha estado usted en la obligación de defender sus logros y los del ministro Cañete, así como los del Partido Popular, que ostenta el gobierno nacional y regional. No obstante quiero transmitir la preocupación que dentro del sector detecto ante la nueva situación. Qué duda cabe que la negociación ha mejorado sustancialmente las propuestas hechas por Fischler en sus inicios, pero si eso es cierto también es verdad que todas las propuestas empeoran de manera sustancial la actual situación de la PAC. Por lo tanto, si la situación económica y social del sector en estos momentos no goza de buena salud, podríamos decir que en los próximos años se pintará un futuro muy negro.

Tengo claro que por conocimientos y esfuerzos no va a quedar para conseguir para Castilla y León el mayor paquete económico y social que pueda usted sacar del MAPA ante la reforma de la PAC, pero lo que le pido es que a su vez, la política que esa Consejería haga a partir de ahora, sea de apoyo a los jóvenes agricultores y políticas económicas para apoyar a los profesionales agrícolas de Castilla y León.