Un Estudio de la Universidad de Valladolid y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos ha puesto de manifiesto la existencia de este tipo de virus en los roedores de zonas agrícolas.

El estudio se llevó a cabo en áreas de cultivo intensivo en la región de Tierra de Campos de Castilla y León, donde se engloba la comarca de Campos de Palencia, donde la población de pequeños mamíferos se compone principalmente de cuatro especies: topillo común, ratón de campo de cola larga, el ratón del Mediterráneo occidental y la musaraña de dientes blancos. En la realización del estudio se han encontrado estos virus únicamente en las poblaciones de topillos.

Aunque la prevalencia (1,6%) es baja entre los topillos, podría convertirse en un problema de salud pública debido a las altas densidades de población que pueden llegar a alcanzar estos animales. Los hantavirus son dispersados por los roedores en su saliva, orina y excrementos y pueden producir, en humanos, fiebres hemorrágicas y un síndrome pulmonar muy grave que puede acabar en insuficiencia respiratoria y, en los casos más graves, shock, acidosis láctica y la muerte, por lo que no estamos hablando de un problema menor. España sólo ha reportado tres casos en los últimos quince años (2008-2020) pero hay países, como Finlandia, que superan los 1.000 casos al año.

Los topillos además son responsables de transmitir también la tularemia, por lo que se debe de tener una especial vigilancia en épocas en las que pueda haber picos de crecimiento elevado de la población de estos roedores. Otra enfermedad que pueden transmitir es la fiebre Q (generada por la bacteria Coxiella burnetii).