Se han presupuestado cuatrocientos 400 millones de euros para ayudar a los ganaderos ante la subida de los precios de los piensos, y distintas medidas para abaratar el precio de los combustibles. También, se destinarán 60 millones de euros adicionales al pago de las cotizaciones a la seguridad social a partir de este año.

El Gobierno también está planificando un «plan de seguridad de fertilizantes», en particular para la campaña de otoño de 2022. Esto implica, entre otras cosas, adaptar o posponer medidas regulatorias que podrían afectar la disponibilidad de fertilizantes y desarrollar el uso de fertilizantes orgánicos producidos en Francia.

Los datos apuntan que la inflación a un año en Francia podría superar el 4% a finales de marzo, con una caída paralela del poder adquisitivo. Y la subida de los precios de la energía podría provocar una mayor pérdida de actividad.

Hay que tener en cuenta que la situación en España es aún peor, puesto que actualmente el IPC interanual supera el 7% y no se está tomando ninguna medida como las realizadas en Francia.