El Copa-Cogeca ha participado hoy en la 19ª edición de la conferencia titulada «Combustibles del futuro» sobre el paquete de medidas «Objetivo 55» y los combustibles alternativos. Ha sido una excelente oportunidad para recordar la importancia del sector agrícola en la producción de este tipo de combustibles, así como para destacar la importancia de tener en cuenta las necesidades específicas del transporte agrícola y, más ampliamente, la movilidad en las zonas rurales, dentro del paquete de medidas «Objetivo 55».

En la actualidad, la energía eléctrica sólo cubre alrededor del 22% de la demanda total de energía de la UE de los 27. Aproximadamente tan sólo el 35% de esta energía eléctrica se genera a partir de fuentes de energía renovables, mientras que un 65% se obtiene a partir de combustibles fósiles y energía nuclear. En el paquete de medidas «Objetivo 55» publicado el pasado mes de julio, la Comisión propuso un enfoque centrado principalmente en aumentar la cantidad de energía eléctrica que se genera en plantas fotovoltaicas y eólicas para alcanzar los ambiciosos objetivos energéticos y climáticos. Sin embargo, esta propuesta abre una clara brecha entre aquellos objetivos visionarios inalcanzables y la cruda realidad del sistema energético.

En representación del Copa y de la Cogeca en este evento, el secretario general Pekka Pesonen ha afirmado que «es cierto que los vehículos eléctricos pueden ayudar a disminuir la cantidad de emisiones; no obstante, no serán una solución adecuada para todos los consumidores europeos, especialmente para aquellos que residen en las zonas rurales y para los vehículos pesados. La única manera en que la Unión Europea podrá cumplir con las ambiciones establecidas en el Pacto Verde Europeo y liderar la lucha contra el cambio climático a nivel mundial es mediante el uso de todas las tecnologías disponibles. Los biocombustibles sostenibles certificados derivados de cultivos no deben ser excluidos de la caja de herramientas para descarbonizar el sector del transporte.»

Estos biocombustibles son los carburantes renovables más utilizados en la UE. De hecho, el ahorro de emisiones del transporte que se ha observado en los últimos años se debe en gran medida a su uso. Al mismo tiempo, los biocombustibles derivados de cultivos generan subproductos ricos en proteínas, que son una importante fuente de proteínas para la alimentación animal y sustituyen a las importaciones de soja, con el añadido de que estos piensos no están vinculados a la deforestación.

Pekka Pesonen ha dejado claro que «el Copa y la Cogeca exigen políticas comunitarias tecnológicamente neutras que permitan que todas las fuentes de energía sostenibles contribuyan a abandonar la economía basada en los combustibles fósiles. Todas las inversiones necesitan un entorno económico predecible. La injusta limitación actual que se impone a los biocombustibles certificados derivados de cultivos no ayuda a que estas inversiones se materialicen.»

El Copa y la Cogeca destacan que las organizaciones agrarias de la UE también han reclamado en reiteradas ocasiones una obligación de incorporación aplicable a los proveedores de combustible, ya que este enfoque permite abarcar la contribución de todas las bioenergías a la descarbonización del transporte. Aunque se ha sugerido que se obligue a los proveedores a reducir la intensidad de carbono de los combustibles en al menos un 13% para 2030, ésta resulta ser una medida insuficiente, dado que el sector del transporte no está recortando sus emisiones. A resultas de ello, dichas emisiones deben verse compensadas por otros sectores sujetos al Reglamento de reparto del esfuerzo, los cuales deberán reducir sus emisiones si los Estados miembros no establecen objetivos sectoriales específicos. No le corresponde a la agricultura pagar por el transporte, y de hecho, debería ser más bien al revés.