La Directiva de Emisiones Industriales (DEI) ha dividido al Parlamento Europeo, lo que puede acabar perjudicando a la comunidad ganadera de la Unión Europea. Así lo percibe con preocupación el COPA-COGECA, que agrupa a las organizaciones profesionales y las cooperativas del sector primario, porque se teme que los europarlamentarios terminen por dar la espalda a los ganaderos de los países miembros, como ya ha hecho la Comisión Europea. Mientras la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo se ha mostrado comprensiva con las dramáticas consecuencias de ampliar el ámbito de aplicación de la DEI, la de Medio Ambiente ha votado recientemente ampliar el alcance de esta norma, que el pleno abordará en junio.

Si bien el comité de Agricultura del Parlamento Europeo entendió las dramáticas consecuencias de extender el ámbito de aplicación de la DEI, su homólogo de Medio Ambiente votó una posición que no mostraba consideraciones sobre las realidades agrícolas de la Unión Europea, lo que está causando máxima preocupación cara el pleno de junio, en opinión del COPA-COGEGA.

La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó revisar la DEI en la línea de la Comisión Europea, que intenta ampliar el alcance de su propuesta a las explotaciones ganaderas y rebajar los umbrales para el sector porcino y avícola ya cubiertos desde 2010: cría de cerdos, aves de corral y más de 150 unidades de ganado (UGM).

Desde esta entrada en vigor, la experiencia de la DEI ha demostrado su costosa aplicación. Extenderla a la mayoría de las explotaciones ganaderas (un porcentaje de explotaciones comunitarias incluso superior al previsto originalmente por la evaluación de impacto de la Comisión Europea) tendría consecuencias insoportables para los productores, las familias y las zonas rurales.

BANDAZOS E INCOHERENCIAS. Además, la DEI plantea dudas sobre la coherencia general de los enfoques de los responsables de la toma de decisiones de la UE en lo que respecta a la ganadería: un día se considera un proveedor de soluciones (caso de la estrategia REPower Europe que exige un aumento de la producción de biogás en las granjas) y al día siguiente… ¡se ve castigado por la reforma de la Directiva de Emisiones Industriales!

La votación del Comité de Medio Ambiente ignoró el proyecto de dictamen de su homólogo de Agricultura, al apoyar umbrales muy bajos: se consideraron 200 UGM para cerdos y aves, 300 UGM para ganado (a menos que sean extensivos) y 250 UGM para granjas mixtas, a menos que un tipo de animal tenga 25 UGM o menos.

Con esas cifras, la mitad de las granjas porcinas y avícolas en Europa se verán afectadas por esa revisión, lo que agregaría cargas adicionales a las espaldas de las explotaciones familiares. El comité tampoco entiendo un hecho básico de la ganadería: la gestión del estiércol no equivales a esparcir desechos en la tierra.

Como premio de consolación, la Comisión de Medio Ambiente propuso incluir una cláusula de reciprocidad para los productos importados, pero sin explicar cómo funcionaría en la práctica.

Ahora que nos acercamos al pleno con una casa europea dividida, la próxima votación plantea una pregunta muy simple para la comunidad agropecuaria de la UE, según el COPA-COGECA. ¿Dará el Parlamento Europeo la espalda a la ganadería europea como ya ha hecho la Comisión?/