La falta de leche de vaca, y la necesidad que tiene la industria de este producto, consigue activar a la alza el precio que perciben los ganaderos en la venta de este producto. Por primera vez en muchos meses, son las industrias las que se dirigen a los ganaderos en busca de producto, para garantizar el suministro en los próximos meses, buscando compromisos de larga duración.

Esta subida puede servir para compensar en parte el aumento de los costes de explotación de las ganaderías, principalmente en piensos y energía que han sufrido en los últimos meses, y que han provocado importantes pérdidas e incluso la desaparición de un buen número de ganaderías.

La previsión es que la leche siga subiendo en los próximos meses, por lo cual, desde ASAJA se recomienda cautela a la hora de firmar contratos de larga duración, que no tengan en cuenta la presumible subida en el precio de la leche.

Las grandes cadenas de distribución ya han trasladado a los consumidores el alza en los precios, con subidas entorno al 15%, que seguramente vuelvan a incrementar en las próximas semanas.