La cotización de todos los cereales en la Lonja de León mantuvo la tónica bajista en la sesión celebrada este miércoles 22 de noviembre en Santa María del Páramo, ratificándose la tendencia regresiva en esta recta final de campaña. El trigo cae a los 282 euros por tonelada, lo que supone ya un recorte del 32% con respecto a la cotización que alcanzaba en 2022 por estas mismas fechas (337 euros/tonelada). Ese nivel representa ya un notable retroceso de diecisiete euros por tonelada (-7%) con respecto al primer precio fijado en julio (245 €/t), cuando arrancó la actual campaña. En la cebada, el descenso interanual es todavía superior (-35%) tras perder también dos euros por tonelada en la sesión de esta semana: cotiza a 212 €/t, el 8% menos que en la primera sesión de la actual campaña, del pasado julio. Por su parte, el girasol ha repetido precios, en la misma tónica de las últimas sesiones, tanto el convencional como el alto oleico.

El paulatino, pero sostenido, descenso de la cotización de los cereales resulta aún más preocupante en una campaña 2022-2023 que se abrió con la sementera más cara de la historia, que produjo unos rendimientos sensiblemente inferiores a los de un año normal a causa de la sequía, y que enlaza con otra sementera llena de incertidumbre y sin una corrección a la baja en los costes, ya que la mayor parte de los insumos no han recuperado los precios anteriores a la crisis desatada por la guerra de Ucrania y otros acontecimientos internacionales.

Si la merma de cotización es clara en el trigo y la cebada, los dos cultivos cerealistas por antonomasia para la provincia de Palencia, el comportamiento del mercado es similar en los otros del segmento. Así, el centeno se ha dejado en esta semana también dos euros por tonelada en la Lonja de León: queda en 203 euros, casi el 12% menos que en el arranque de campaña hace cuatro meses y muy lejos de los 308 euros a los que se cotizaba en ese mismo mercado el pasado año por estas fechas. El centeno acumula ya una depreciación interanual del 34%.

Por su parte, la avena pierde un euro y la tonelada se fija en 259 euros. Es el 8% más que al arrancar la campaña (único cereal que sube con respecto a julio), pero igualmente por muy debajo de su cotización de hace un año (317 €/t), con un descenso interanual superior al 18%, considerable en un cereal menos sujeto al vaivén internacional.

Finalmente, el maíz grano acusa el mayor descenso en términos absolutos de la sesión cerealista, al dejarse cuatro euros la tonelada (225€/t), con lo que acumula ya una bajada de diecisiete euros (-7%) desde que retomó la cotización con la nueva cosecha (es decir, está recorriendo un camino paralelo al experimentado por el trigo con más lentitud) y presenta una depreciación interanual de más de cien euros por tonelada (-l32%)

En resumen, la caída interanual de los cereales en la cotización de la Lonja de León es la siguiente:

  • Trigo: -32%
  • Cebada: -35%
  • Centeno: -34%
  • Avena: -18,3%
  • Maíz grano: -32%

La pregunta que se hacen los agricultores, al igual que ASAJA-Palencia, es por qué los productos derivados de esta materia prima que se elaboran para la alimentación humana y del ganado no están repercutiendo a la baja y en proporción similar esos evidentes descensos en los precios.

Más estabilizados se encuentran en la lonja leonesa los precios del girasol convencional y del alto oleico, que repiten precio una sesión más, con la tonelada en 363 euros y 373 euros, respectivamente, muy lejos de los 630 €/t y 710 €/t que promediaron estos productos el pasado otoño. En estos productos, los respectivos descensos interanuales se cifran en el 42% y el 47%, caídas que también llevan a los agricultores y a nuestra organización a formular la misma pregunta que con los cereales./