Los embalses del sistema Carrión han perdido en la última semana 8,3 hectómetros cúbicos de reserva, frente a los 4,3 hectómetros de descenso en los del Pisuerga, sistema que ya inició el año hidrológico con una de las cuatro peores situaciones de los últimos veinticinco años, y que se ha visto afectado por aportaciones muy inferiores tanto en marzo como en abril con respecto a los promedios de estos meses en el periodo 1990-2022.

La Confederación Hidrográfica del Duero, organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha mantenido esta semana reuniones con los regantes de los sistemas Pisuerga-Bajo Duero y Carrión para analizar el inicio de la campaña de riego, donde ha confirmado las asignaciones de 3.500 y 4.500 metros cúbicos por hectárea comunicadas hace unos días.

El organismo regulador mantiene estas reuniones para ofrecer un contacto permanente con los usuarios del agua en una campaña de riego marcada por la escasez de precipitaciones en el final del invierno pasado y en la actual primavera, una situación común al conjunto del país. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, en más de la mitad de España no se registraron precipitaciones entre los días 1 y 17 del mes de abril; y en el conjunto del país se registraron un promedio de tan solo cinco litros por metro cuadrado, lo que representa el 15% de la cantidad normal de esos primeros diecisiete días de abril, cifras a todas luces insuficientes para las necesidades del campo en esta época del año.

MAL INICIO DEL AÑO HIDROLÓGICO. Similar comportamiento se ha registrado en la provincia de Palencia, con el agravante, por lo que respecta al sistema Pisuerga de que esta escasez de precipitaciones se añade a un mal inicio de año hidrológico, el cuarto peor arranque de los últimos veinticinco años para los embalses de Requejada, Cervera-Ruesga y Aguilar, con el 12% de reservas. Con una primera mitad de año hidrológico (1 de octubre de 2022-31 de marzo de 2023) muy seca, con aportaciones a esos embalses el 20% más bajas que las habituales, el panorama se presenta oscuro para los regantes. Marzo aportó al Pisuerga 33,3 hectómetros cúbicos, sensiblemente por debajo de los 46,3 de promedio entre 1990 y 2022; y en las primeras tres semanas de abril se ha agravado el descenso, con una aportación de 7,2 hm3, menos de la quinta parte de la media de los últimos treinta y dos años (38,3 hectómetros).

Las aportaciones al sistema Carrión no fueron tan relativamente bajas en marzo (34,6 hm3, frente a los 37,7 hm3 de media entre 1990 y 2022), pero sí en las tres primeras semanas de abril, con una aportación este año de tan solo 7,9 hm3, frente a los 36,8 hm3 de media en ese histórico anterior de treinta y dos años, prácticamente también la quinta parte de ese promedio.

TODO EL SISTEMA. Como ya anunció la CHD el pasado 11 de abril, tras celebrarse la Junta de Gobierno, el sistema Pisuerga se ve afectado por la declaración de situación excepcional por sequía extraordinaria y por las restricciones para el uso racional de agua que limita la dotación máxima para el riego a 3.500 metros cúbicos por hectárea. Por primera vez, según el organismo regulador, la medida incluye tanto a los regadíos abastecidos a través de los canales del Estado, como al resto de tomas de riego, es decir, todas las hectáreas de regadío del sistema.

En el caso del Carrión, la dotación máxima determinada a partir del volumen de embalse mínimo a disponer a final de año hidrológico es de 4.500 metros cúbicos por hectárea, pero en ambos sistemas los acuerdos de las Juntas de Explotación y las medidas aprobadas por la CHD para la actual campaña de riego podrán revisarse en las próximas semanas en función de la evolución de la primavera, que hasta la fecha no ha hecho sino oscurecer las perspectivas.

SEQUÍA Y CALOR. Con estos antecedentes, la meteorología de mayo será muy determinante para el desarrollo de la campaña de 2023. La sequía y el calor de estas primeras semanas de la campaña de riego ha motivado que todos los sistemas de la cuenca del Duero hayan experimentado ya descenso en sus reservas (40 hectómetros cúbicos en el conjunto de la cuenca), con 8,3 hm3 de descensos en el sistema Carrión; y de 4,5 hm3 en el sistema Pisuerga.

La CHD destaca que el nivel de reservas global en los embalses de titularidad estatal que gestiona en toda la cuenca se sitúa cerca del 75% (2.141,8 hm3), lo que se sitúa ya diez puntos por debajo de la media. El máximo de reservas en la actual campaña se alcanzó a principios de abril, cuando lo habitual es que se produzca hacia finales de mayo.

Las precipitaciones de importancia que pudieran producirse el próximo mes serían fundamentales para que la campaña de riego pueda desarrollarse con mayor garantía en todos los sistemas de explotación, reconoce el organismo, que recuerda que el marco legal vigente sitúa el abastecimiento de la población como el uso con preferencia absoluta sobre todos los demás, incluido el riego, criterio que rige el trabajo diario de la CHD, según ha señalado la entidad en un comunicado tras reunirse con los regantes.

FUENTE: CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL DUERO