Después de que se presentara la Declaración de Versalles, la Comisión Europea ha desvelado hoy una serie de medidas referentes a la seguridad alimentaria y a la resiliencia de nuestros sistemas alimentarios. El Copa y la Cogeca coinciden con el análisis de la Comisión sobre la situación actual y apoyan el objetivo de potenciar la sostenibilidad de la agricultura de la UE y garantizar al mismo tiempo su capacidad de producción. La comunidad agrícola europea ve con buenos ojos las soluciones de emergencia y las respuestas temporales que se presentan en esta Comunicación, empezando por el apoyo a la población y los agricultores de Ucrania.

Hace dos semanas la Comisión Europea ya anunció en la Comunicación REPowerEU varias acciones en pro de la independencia energética de la Unión. La pasada semana ha publicado una segunda Comunicación histórica sobre la seguridad alimentaria y la resiliencia de los sistemas alimentarios. Se trata de un plan de crisis presentado por Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión, y por el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, donde se plantean medidas a corto y medio plazo. Este plan toma en consideración la complejidad de la situación, y aborda las repercusiones que la guerra en Ucrania tendrá para los agricultores del Mercado Único europeo y las poblaciones más vulnerables. Además, también se esbozan algunas medidas que adoptar en Ucrania y el resto del mundo para atajar el «huracán de hambrunas» al que se refirió el Secretario General de la ONU, António Guterres.

En lo que se refiere a los aspectos humanitarios de esta Comunicación, el presidente de la Cogeca, Ramón Armengol, ha declarado que «es importante [para nosotros] ver que la Comisión Europea apoya las actuaciones para brindar ayuda humanitaria al pueblo de Ucrania, pensando particularmente en nuestros compañeros agricultores. Es tranquilizador leer que la Comisión ha entendido los graves efectos que la invasión de Ucrania provocará en los mercados agrícolas y que haya reconocido la función geoestratégica del sector agrícola europeo para desplegar una coraza alimentaria que proteja a los más vulnerables. Las cooperativas agrarias europeas serán aliados clave en los próximos meses, que proporcionarán alimentos tanto en la Unión Europea como en terceros países. A corto plazo, es fundamental garantizar la liquidez de los agricultores y las cooperativas, ante el vertiginoso y continuo incremento de los precios de los insumos. Todavía necesitamos que los Estados miembro tomen medidas concretas relativas al sector agroalimentario en el nuevo marco sobre ayudas estatales.»

El Copa y la Cogeca aplauden las medidas extraordinarias y las exenciones inmediatas referentes a las superficies de interés ecológico, como la permisión de cultivar las tierras en barbecho durante la siembra de primavera en 2022, además de la relajación temporal de algunas medidas relacionadas con el abastecimiento de piensos. Sin embargo, ambas organizaciones lamentan la absoluta ausencia de propuestas para aliviar a corto plazo la tensión en el mercado de los fertilizantes. Este mercado sufre unas perturbaciones sin precedentes: con los precios en cotas máximas históricas cabe el riesgo real de que falten suministros para la próxima campaña. El «Mecanismo europeo de preparación y respuesta ante las crisis de seguridad alimentaria» tiene que atajar este problema de inmediato. A la luz de los precios exorbitados de los insumos, la comunidad agrícola europea aplaude que se utilice la reserva de crisis de la PAC, que se anticipen los pagos directos, que se establezca un marco temporal de crisis para las ayudas estatales y que se dediquen esfuerzos a preservar el buen funcionamiento del Mercado Único.

Desde una perspectiva a medio plazo, la Comisión reconoce la importancia de no poner en jaque la productividad de la agricultura europea y reorientar el modelo agrícola europeo. La presidenta del Copa, Christiane Lambert, se ha pronunciado al respecto en las siguientes declaraciones: «Pese a la imagen caricaturesca y la tergiversación de nuestra opinión durante los últimos meses, especialmente en lo relativo a la Estrategia ‘De la granja a la mesa’, nosotros siempre hemos apoyado un planteamiento sostenible en la agricultura y la alimentación, porque es necesario. En Europa debemos seguir produciendo cantidades suficientes de alimentos de calidad y asequibles, y estoy convencida de que podemos producirlos de una forma cada vez más sostenible. La acumulación de distintas crisis nos ha enseñado a considerar muy en serio nuestra dependencia de los fertilizantes, los piensos y los combustibles fósiles. En la agricultura existen alternativas y soluciones que demuestran que se puede conciliar la productividad y la sostenibilidad.»

En la Comunicación de la Comisión se recogen algunas soluciones concretas a medio plazo que permitirían aumentar la producción agrícola en la UE y garantizar un mayor grado de sostenibilidad e independencia, a saber: la comercialización de productos fitosanitarios a base de sustancias activas biológicas, las nuevas técnicas genómicas, los productos alternativos a los fertilizantes minerales, las técnicas de la agricultura de precisión, el fomento del plan de proteínas vegetales en la UE, y un mayor uso de energía y gas de fuentes renovables. Pese a ello, y a diferencia de la Comunicación REPowerEU, lamentamos que no se incluyan detalles sobre los mecanismos de inversión que podrían estimular la producción agrícola sostenible y mejorar la resiliencia del sector primario.

Al igual que durante los peores momentos de la pandemia de COVID-19, los agricultores europeos y sus cooperativas, ante la crisis actual, se comprometen a respaldar la estrategia que se propone para estimular el crecimiento sostenible de la producción agrícola europea.