La incertidumbre pesa sobre los agricultores y ganaderos

Por Donaciano Dujo

Como es tradición y norma en ASAJA-PALENCIA, durante el mes de enero se celebran las asambleas comarcales de esta organización. La inmensa mayoría de vosotros habéis participado activamente en ellas, en las cuales ASAJA-PALENCIA intenta por una parte explicar todo el trabajo realizado en 2003, y poner en marcha las iniciativas de futuro para 2004.

Entre ellas se encuentra la explicación de las principales novedades administrativas y reglamentarias y, sobre todo, conocer vuestra postura en los diferentes temas que serán el eje de actuación de esta organización.

Para este año y en estas asambleas comarcales, el tema principal que más incertidumbre, sorpresa y preocupación crea es la reforma de la PAC. En anteriores ocasiones ya hablamos con vosotros en estas mismas asambleas de lo peligroso que era cambiar una política agraria en tan poco tiempo como el que llevaba la Agenda 2000: crea incertidumbre, desasosiego y malestar entre los profesionales de la agricultura y ganadería. Una actividad con tanta inversión no puede estar cambiando de política cada pocos años, porque no se rentabilizan las inversiones realizadas.

Desde ASAJA siempre hemos criticado que, con esta reforma de la PAC, íbamos a tener muchas más trabas a la hora de realizar nuestras labores tradicionales en nuestras explotaciones, y sobre todo menos ingresos.

Con vosotros hemos compartido durante este mes de enero las explicaciones y las propuestas que la UE ha aprobado para la reforma de la Agenda 2000. Aquellas cuestiones que son negativas, como la modulación, la degresividad o las posibles correcciones financieras, o las mayores trabas a la hora de realizar las tareas agrícolas y ganaderas, y más problemas burocráticos, como las auditorías para el sector agrícola y ganadero.

El cambio es drástico en cuanto al planteamiento de la PAC. A partir del 1 de enero de 2006, vamos a percibir los pagos compensatorios con relación a unos derechos adquiridos por las solicitudes presentadas en los años 2000, 2001 y 2002.

Entre todos hemos llegado a la conclusión de que esto va a crear multitud de problemas, enemistades y conflictos entre los propios agricultores de los pueblos y comarcas, por lo tanto no se salva de esta reforma nada como positivo y sí todo son cuestiones negativas y está bien fundada la crítica que hizo ASAJA a este planteamiento de la PAC, algo que desincentiva la producción, que cierra las puertas a los jóvenes que se quieren incorporar a la actividad y que además crea conflicto entre los profesionales que la están ejerciendo.

No se puede ser positivo en estos planteamientos, aunque sí lo hemos sido en otros temas que también nos afectan, como la reforma de la Seguridad Social Agraria. Es un avance importante, aunque seguiremos luchando por aquellos flecos que quedan por solucionar, para mejorar las prestaciones que hemos conseguido en 2003.

Ha habido temas de especial actualidad como la reestructuración del sector remolachero, en la cual ASAJA hizo el máximo esfuerzo para que nuestros agricultores afectados por el cierre de la fábrica no tuvieran pérdidas y vieran compensados sus gastos de por vida.

Grave también ha sido en 2003 la nueva Ley de Arrendamientos Rústicos, que perjudica muy seriamente a agricultores y ganaderos de la provincia, con mayoría de explotaciones en tenencia de arrendamiento y que imposibilita la incorporación de los jóvenes o aquellos profesionales que tienen algún plan de mejora o agroambientales, por las distintas obligaciones que entre la Junta y el Ministerio.

Desde luego, lo más positivo que esta entrada de año ha tenido es la participación de todos vosotros de manera masiva en las asambleas comarcales de ASAJA, pero además una participación activa que demuestra que el camino que sigue ASAJA-PALENCIA es positivo para los agricultores y ganaderos palentinos, y que con vuestra participacuón de ideas y de criterios se hace más enriquecedor para seguir luchando por la problemática grave que tiene el campo palentino.