Treinta y dos localidades del noroeste de la provincia de Palencia se incluyen en la relación de autorizadas por la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta de Castilla y León para producir patata de siembra en la campaña 2024-2025. La patata de siembra debe estar libre de plagas y enfermedades, lo que se certifica de manera oficial. Por ello, solamente podrá denominarse patata de siembra la procedente de cultivos controlados por los servicios oficiales correspondientes y que cumplan su normativa específica. Palencia es la segunda provincia de la región en superficie de patata de siembra (casi cuatrocientas hectáreas en 2022).

Castilla y León cuenta con el centro de control de variedades vegetales agrícolas de Castilla y León, situado en Albillos (Burgos), una de cuyas funciones es proteger los vegetales y los productos vegetales —en especial, la patata de siembra— de los daños ocasionados por las plagas y enfermedades.

El reglamento técnico de control y certificación de la patata de siembra de Castilla y León establece que la Junta publicará cada año la relación de localidades autorizadas y que, en caso de no publicarse, se entenderá prorrogada la del año anterior.

El pasado 23 de febrero publicó el Boletín Oficial de Castilla y León la resolución de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural con las 116 localidades autorizadas para la campaña 2024-2025 en toda la comunidad, pertenecientes a Burgos (81), Palencia (32) y Soria (tres, en Almazán). Las treinta y dos localidades palentinas incluidas se encuentran en la zona de Aguilar de Campoo y La Valdivia. SOn las siguientes:

  • AGUILAR DE CAMPOO
  • BÁSCONES DE EBRO
  • BÁSCONES DE VALDIVIA
  • BECERRIL DEL CARPIO (al oeste de la carretera Palencia-Santander)
  • BERZOSILLA y sus comuneros
  • CABRIA y sus comuneros
  • CANDUELA y sus comuneros
  • CUILLAS DEL VALLE y sus comuneros
  • GAMA y sus comuneros
  • HELECHA DE VALDIVIA y sus comuneros
  • LOMILLA DE AGUILAR y sus comuneros
  • MAVE y sus comuneros
  • MENAZA y sus comuneros
  • NOGALES DE PISUERGA
  • OLLEROS DE PAREDES RUBIAS y sus comuneros
  • OLLEROS DE PISUERGA y sus comuneros
  • POMAR DE VALDIVIA y sus comuneros
  • PORQUERA DE LOS INFANTES y sus comuneros
  • POZANCOS y sus comuneros
  • PUENTETOMA
  • QUINTANILLA DE LAS TORRES (polígono 513, parcelas 8-9-9000)
  • REBOLLEDO DE LA INERA y sus comuneros
  • RENEDO DE LA INERA y sus comuneros
  • RESPENDA DE AGUILAR y sus comuneros
  • REVILLA DE POMAR
  • SANTA MARIA DE MAVE y sus comuneros
  • VALDEGAMA y sus comuneros
  • VALORIA DE AGUILAR y sus comuneros
  • VILLACIBIO y sus comuneros
  • VILLAESCUSA DE LAS TORRES
  • VILLALLANO y sus comuneros
  • y VILLAREN DE VALDIVIA y sus comuneros.

SOLICITUD DE EXCLUSIÓN. Los agricultores que tengan su explotación en una de las localidades autorizadas y deseen que se excluya del listado deben solicitarlo a la dirección general antes del 1 de octubre de 2024. La Consejería aceptará la petición si viene respaldada por más de la mitad de los agricultores que cultiven patata en la localidad y la superficie que cultiven represente más de las tres cuartas partes de la destinada a este cultivo en el término municipal o en la entidad local menor.

Los afectados por la obligatoriedad de la lucha contra una plaga se beneficiarán de la asistencia técnica y de las ayudas económicas establecidas en sendas órdenes de 2009 y 2021, que regula las indemnizaciones derivadas de las medidas fitosanitarias para erradicar y controlar en la patata las bacterias de cuarentena Clavibacter sepedonicus y Ralstonia solanacearum. Asimismo, en caso de que las medidas requieran la destrucción, deterioro o inutilización de bienes o propiedades particulares o públicas, la administración que declare la plaga indemnizará a los perjudicados conforme al baremo establecido en 2021.

1.500 HECTÁREAS EN CYL. Castilla y León, con una superficie media cercana a las 1.500 hectáreas anuales en el periodo 2014-2022 se sitúa como la primera comunidad autónoma de España en patata de siembra, con aproximadamente dos tercios de la superficie total nacional. Se trata, sin embargo, de un cultivo con un paulatino descenso en su superficie, tanto a nivel regional como provincial.

En ese mismo periodo 2014-2022, la superficie media anual de patata de siembra en la provincia de Palencia fue de 427 hectáreas, lo que viene a representar el 29 % de la superficie regional, según los datos de la Junta de Castilla y León.

Dentro de nuestra comunidad, la producción de patata de siembra se centra en el norte de las provincias de Burgos y Palencia, donde constituye un cultivo fundamental, tanto desde el punto de vista agronómico, por su inclusión en las rotaciones de cultivo de las explotaciones; como económico, ya que proporciona un beneficio superior a otros cultivos tradicionales de esas zonas.

DEPENDENCIA EXTERNA. No obstante, la patata de siembra presenta variaciones notables de rentabilidad de unas campañas a otras, en función de la coyuntura de producciones y precios. También influye la importación. Según el último informe sectorial de la patada publicado por el Ministerio de Agricultura, publicado a finales del pasado noviembre, en la campaña 2022/23 se importaron más de 66.000 toneladas de patata de siembre, el 11 % más que la campaña anterior y el 3 % más que la media.

La mayoría de la mercancía procede de la Unión Europea, fundamentalmente de los Países Bajos y Francia. Se trata de un segmento de la producción agraria con una alta dependencia externa para atender la demanda, con un notable incremento en las importaciones de Francia (+109 % con respecto a la campaña anterior), mientras va reduciéndose la procedente del Reino Unido (-14 %), debido a su salida de la Unión Europea. El aumento de la importación de Francia tiene también un motivo en su precio (unos 470 euros/tonelada), mucho más competitivo que el de los Países Bajos (710 euros/tonelada) y el del Reino Unido (760 euros/tonelada).

En todo caso, la tendencia a la importación de patata de siembra es creciente, incluso pese a que los precios también se han incrementado sensiblemente. En los tres primeros trimestres de 2023 (enero-septiembre) se pagó la patata de siembra importada a unos 680 euros/tonelada, el 10 % más cara que en el mismo periodo del año anterior y más del 17% más cara que el promedio del último sexenio./