El control lechero ayuda a mejorar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas mejorando la genética de las razas puras de bovino, ovino y caprino de leche.

El sistema se basa en la información que recibe cada mes el ganadero que pertenece al Control Lechero, donde se analiza a cada una de las reproductoras de su explotación, que le permite conocer la calidad del producto entregado, grasa y proteína, células somáticas, e incluso detectar alguna enfermedad.
Esta información, permite a los ganaderos seleccionar los mejores animales, lo cual redunda en una mayor productividad de las explotaciones de ovino, caprino y bovino.

El Laboratorio Autonómico del Control Lechero, se encuentra en Villaquilambre (León), dentro del Centro de Selección y Reproducción Animal, dependiente de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Juntas de Castilla y León.