El nerviosismo y la incertidumbre vuelven a los mercados. Así se dejó sentir este miércoles en la lonja de León, donde el cereal cambió de tendencia y regresa a la depreciación en los últimos contratos, con muy escaso movimiento, paralizado ante las expectativas. La tonelada de trigo y cebada pierde un euro con respecto a la sesión anterior, mientras el centeno cae tres euros por tonelada y, de momento, la avena y el maíz logran estabilizarse.

La avena, situada ahora en el mercado leonés en los 270 euros/tonelada, cotiza el 6,3 % más que hace un año. El resto de los cereales, en cambio, acusan caídas interanuales importantes, que van del -21 % (cebada) al -26 % (centeno), con pérdidas del -23 % en el trigo y el maíz.

La Lonja de León explica que, «después de unas semanas de estabilidad y alguna subida puntual, el nerviosismo ha vuelto a los mercados, porque el comprador piensa comprar más barato y el vendedor no está dispuesto a ceder, lo que prácticamente ha paralizado las operaciones».

Se trata de una situación normal en esta época del año, en la que se anticipa el estado de los cultivos de cereal de invierno, y «las noticias interesadas cobran peso y las fluctuaciones son inevitables».

IMPORTACIONES. El contexto internacional inestable tampoco ayuda, así como la perspectiva de continuidad de importaciones masivas de grano sin aranceles procedentes de Ucrania hasta junio de 2025, unidas a la falta de mecanismos rápidos de reacción por los efectos bajistas de esa llegada de mercancías, pese al daño evidente a los productores nacionales, según viene denunciando ASAJA.

De los 18,8 millones de toneladas de cereales importadas por España en 2022 se ha pasado a más de 23,2 millones en 2023. La mala cosecha interior puede justificar ese aumento, pero lo llamativo es que la importación ha subido sobre todo desde Ucrania, a la que no se aplica arancel en apoyo por su conflicto bélico con Rusia.

MÁS DE UN TERCIO, DE UCRANIA. El pasado año llegaron desde Ucrania 8,4 millones de toneladas de cereal, frente a los 4,7 millones del año anterior. Es decir, la importación desde el exterior creció el 23,6 %; pero el de origen ucraniano exento de arancel aumentó el último ejercicio en casi el 77 %, después de que más de un tercio (36 %) de las importaciones de cereales de 2023 que recibió España sean de origen ucranio.

Con las abundantes precipitaciones de los últimos meses, la perspectiva de los cultivos es buena, aunque aún es muy pronto para aventurar rendimientos en Castilla y León, primera comunidad autónoma en cereales. Así lo destacan desde la lonja leonesa, donde el maíz seco repitió precio en los 205 euros/tonelada (hace un año se pagaba a 267 euros/tonelada), a la espera de que una estabilidad atmosférica que permita cosechar unos pocos miles de hectáreas que aún quedan en las fincas.

FIN DE CAMPAÑA DE UNA PATATA REVALORIZADA. Por otro lado, la Lonja de León ha cerrado este miércoles la cotización de la patata, ya que no hay oferta en manos de los agricultores y nos encontramos en fechas de siembra cara a la próxima campaña. En la actual, se ha revalorizado este segmento de la producción.

Así, la variedad agria se fijó en esta última sesión en 480 euros/tonelada, sesenta euros más que el precio de hace un año (+14 % de subida interanual) y 130 euros más que al inicio de la campaña el pasado septiembre (+ 37%).

El resto de variedades cierra la campaña 2023-2024 en los 430 euros/tonelada, también con subidas significativas con respecto a la cotización de hace un año (+19 %), situada en torno a los 360 euros/tonelada; y la del inicio de temporada hace siete meses, cuando arrancó en los 320 euros/tonelada (+34 %)./