Segunda sesión consecutiva de bajada de los principales cereales en la Lonja de León este miércoles, 12 de marzo: el trigo perdió cinco euros por tonelada y la cebada, cuatro. La merma de cotización se extendió esta semana a la avena y el centeno, con tres y dos euros menos por tonelada respectivamente; mientras el maíz seco vuelve a cotizar con un primer precio de 225 euros/tonelada, inferior incluso al de la campaña de 2021 en el mismo mercado leonés, cuando se movió en la horquilla de los 230-260 euros/tonelada.
Con este recorte, la cotización de los cereales se sitúa hoy, aproximadamente, en los mismos niveles de agosto de 2021, cuando desde aquella sementera hasta la de la campaña actual los bienes y servicios pagados por los agricultores han subido, de media, el 24 %, según los propios datos oficiales del Ministerio de Agricultura (2020-noviembre de 2024).
Ese promedio no debe ocultar que presentan inflaciones mucho más elevadas insumos clave para nuestros agricultores cerealistas, como los fertilizantes (+45 % de media, con una subida del 60% en los compuestos) y la energía (+ 41 % de media, con una subida del 35 % en la electricidad en el último año). En ese capítulo no entran las subidas de otros factores, como el precio de la tierra, la maquinaria, la presión fiscal, etcétera.
El trigo queda en las tablillas a 217 euros/tonelada y la cebada a 206 euros/tonelada, precios que tenían ya en agosto de 2021, de manera que, tan sólo para repercutir esa media de encarecimiento (+24 %) desde entonces de los insumos recogidos en el Índice general de precios pagados por los bienes y servicios agrarios del Ministerio, tendría que valorarse ahora el trigo en torno a los 270 euros/tonelada y la cebada en los 255 euros/tonelada.
UMBRAL DE LOS 300 EUROS. Si tuviéramos en cuenta la inflación de costes de productos de alta incidencia en la agricultura del cereal (fertilizante, combustible…), así como la de la tierra y los bienes de equipo, el cereal tendría que pagarse, sin duda, por encima de los 300 euros/tonelada, umbral que reiteradamente venimos reclamando desde ASAJA-Palencia para asegurar una rentabilidad al sector, y que se compense el trabajo y la inversión de nuestros profesionales.
Este miércoles volvió a cotizar el maíz seco en la lonja leonesa a 225 euros/tonelada, en torno al 10 % más que el pasado año por estas mismas fechas, «mínimo margen que se diluye, puesto que los insumos que se utilizaron la presente campaña y los que se utilizarán para la siguiente han incrementado sus precios muy por encima de esta leve subida», según subrayan desde el mercado leonés.
PRIMER PRECIO. Hay que recordar que la última cotización del maíz seco la pasada campaña, a finales de septiembre, en la Lonja de León fue de 211 euros/tonelada; que estos 225 €/t son sólo un primer precio, pero que se sitúan en un rango similar a la cotización que el maíz seco ya presentaba en marzo de 2021, por lo que vale el mismo comentario anterior sobre la evolución de los costes desde entonces, y la imposibilidad de repercutir la elevada inflación acumulada el último cuatrienio.
En definitiva, al eje cerealista sobre el que pivota la agricultura palentina (y por tanto, de modo indirecto buena parte de la economía y el empleo de la provincia), no le está sentando bien la agitación geopolítica internacional, ni los vaivenes de Trump en sus planes arancelarios.
Así que cunde una lógica preocupación entre nuestros agricultores ante esta bajada de precios, con el grueso de su campaña 2024-2025 ya planificada, que pende no ya sólo de las turbulencias meteorológicas, ni siquiera de los despachos de Bruselas, sino también del movimiento en las noticias que copan los telediarios en todo el mundo./



