La industria cárnica española está altamente desarrollada y es valorada en todas las partes del mundo. Un subsector muy importante para España es el porcino, del que somos grandes productores y exportadores, y dicha producción se está viendo amenzada en los últimos años por la Peste Porcina Africana.

La Peste Porcina Africana afecta a los cerdos y jabalíes y para ella no hay vacuna, al contrario que para la Peste Porcina Clásica (PPC). Esta enfermedad vírica puede llegar a producción la muerte del 100% de animales en una explotación.

Para el ser humano no es contagiosa pero sí que somos transmisores de las siguientes formas:
• Contacto directo con cerdos o jabalíes infectados
• Contacto indirecto, a través de la ingestión de material contaminado (por ejemplo, residuos de alimentos, piensos o desechos)
• Fómites contaminados (ropas o vehículos de transporte) o vectores biológicos (garrapatas)

Esta enfermedad apareció en la UE en 2014, tras dos años extendiéndose por Rusia, Bielorrusia y Ucrania. Hasta ahora se han detectado casos en treces países de la UE (Alemania, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Letonio, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía) y sólo en Bélgica, Hungría y República Checa no ha habido casos en cerdos domésticos.

Aunque el mapa muestra que los focos por ahora están alejados de España no hay que olvidar que vivimos en un mundo globalizado, algo que puede hacer que surjan focos a mucha distancia de los focos originales. Si esto ocurriera sería un gran problema para nuestro país, ya que a las pérdidas económicas originadas por la muerte de los animales habría que añadir el daño que se produciría a la exportación. Por ello, desde el MAPA se insiste en que se tomen las máximas precauciones en bioseguridad en las explotaciones de porcino, en el transporte animal, así como en viajes donde se practique la caza en zonas afectadas o en riesgo de serlo.

Aquí se puede descargar el folleto del Ministerio sobre la PPA.