La Unión Europea ha incrementado su dependencia alimentaria de terceros países, según se desprende de los datos aportados por la Comisión Europea, que también muestran una disminuyen las exportaciones.

Los principales países desde donde llegan los productos agroalimentarios a la UE son Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y Ucrania, siendo los principales productos que llegan del exterior las oleaginosas y proteaginosas.

Paradójicamente, en la Unión Europea se pone límite a la producción de alimentos, con normativas cada vez más exigentes y, posteriormente, hay que recurrir a mercados, que no cumplen con el mismo rigor las normas que aquí están obligados a cumplir los agricultores y ganaderos.