El Copa y la Cogeca aplauden que el Consejo de Agricultura y Pesca aprobara en su última reunión las Conclusiones del Consejo sobre la Comunicación de la Comisión relativa a los ciclos de carbono sostenibles en la agricultura y la silvicultura.

El Copa y la Cogeca ven con buenos ojos que se ponga de relieve que el objetivo primordial del sector agrícola debe seguir siendo la producción sostenible de alimentos, y que se destaque la importancia del sector forestal para proporcionar fuentes alternativas en la combinación energética, a la luz de la actual crisis alimentaria y energética. En las Conclusiones también se reconoce la función de la agricultura y la silvicultura en la transición hacia una economía más ecológica.

Es de destacar el apoyo que el Consejo brinda a la «agricultura del carbono» (la captura de dióxido de carbono en suelos agrícolas) como un nuevo modelo de negocio ecológico, de carácter voluntario, que permitirá a los agricultores desarrollar un plan de negocio partiendo de su capacidad económica y de otros aspectos estratégicos. En concreto, los agricultores y las cooperativas agrarias de la Unión Europea respaldan el llamamiento del Consejo a ampliar la lista de prácticas de la «agricultura del carbono», como una forma de reconocer la heterogeneidad de este tipo de prácticas y la necesidad de aplicarlas de forma adaptada. También aplauden que se recuerde que la remuneración de los gestores de tierras debe suponer un incentivo suficiente para que se apliquen prácticas de captura de carbono en suelos agrícolas.

Otro aspecto importante es la diferenciación entre las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) resultantes de las prácticas agrícolas, y el potencial de las prácticas de la «agricultura del carbono» para ayudar a reducir tales emisiones. En efecto, un planteamiento centrado exclusivamente en el dióxido de carbono no refleja la naturaleza ni el carácter cíclico de la agricultura y la silvicultura.

En cuanto a la certificación de la eliminación del carbono, resulta especialmente importante el llamamiento en pro de un marco sencillo que no genere una carga administrativa desproporcionada ni acarree sanciones para los agricultores por la liberación de carbono, dado que hoy por hoy ya existen grandes trabas que dificultan la generalización de la «agricultura del carbono». El Copa y la Cogeca celebran que se inste a concebir un marco de certificación en la Unión compatible con las iniciativas nacionales existentes que persiguen el mismo objetivo. Algunos agricultores y silvicultores dudan aún si adherirse o no a los sistemas existentes, porque temen que en algún momento dejen de existir o se consideren incompatibles con el próximo marco a nivel europeo, inclusive los créditos generados mediante la reducción de las emisiones.

El Copa y la Cogeca también ven con buenos ojos que se apoye la rápida creación de un grupo de expertos para tomar en consideración las mejores prácticas y ayudar a la Comisión a estudiar todos los sistemas existentes, así como a evaluar las posibles implicaciones de ampliar el ámbito de aplicación del marco reglamentario de la UE relativo a la reducción de las emisiones de GEI de origen agrícola. De hecho, es algo fundamental para entablar un diálogo abierto y difundir el conocimiento existente, además de considerar la inclusión de las emisiones equivalentes al CO2.

Por último, el Copa y la Cogeca consideran importante que el Consejo ponga de relieve la importancia de la inversión y la financiación público-privada, junto con la innovación, la investigación y los servicios de asesoramiento adaptados. Todo ello es imprescindible para generalizar las prácticas de captura de carbono en los suelos agrícolas.