ASAJA-Castilla y León pide a los agricultores que escalonen el arranque de patata para frenar la presión de los precios a la baja por parte de los operadores y la distribución. Nuestra organización recuerda a las administraciones públicas que la Ley de Cadena Alimentaria está para cumplirse y frenar las ventas por debajo de los costes de producción.

Ante la proximidad del comienzo de la campaña de recolección de patata en Castilla y León, ASAJA exige que se mantenga una remuneración justa para los cultivadores de patata.

Las circunstancias de esta campaña hacen más necesario que nunca que los cultivadores escalonen en lo posible el arranque, para dar fluidez al mercado, cuando todavía está entrando patata del sur de España y ya es inminente el comienzo del arranque en la meseta.

ASAJA-Castilla y León pide prudencia  a los patateros para no dar fuelle a movimientos interesados para desestabilizar los precios desde el inicio de la campaña.

Nuestra organización también recuerda a la administración su obligación de dar cumplimiento a la Ley de la Cadena Alimentaria, para frenar cualquier intento de ventas por debajo de costes, y por supuesto ASAJA señala a todos los operadores y en especial a la distribución para que frenen su avaricia y ofrezcan precios similares a los de la campaña pasada, si es que quieren que la patata de calidad que ofrecen los agricultores de esta tierra tenga futuro, y no quieren doblegarse a la dependencia de la importación.

SEISCIENTAS HECTÁREAS EN PALENCIA. Esta campaña se ha sembrado en Castilla y León alrededor de 19 000 hectáreas, superficie en una tendencia creciente en los últimos años, ya que en 2023 rondó las 17 000 y en 2024 se aproximó a las 17 300. Nuestra comunidad aporta alrededor del 40 % de la patata nacional, con unas 800 000 toneladas.

Valladolid y Salamanca, con 5600 y 5200 hectáreas respectivamente en esta campaña, son las dos principales provincias productoras. En Palencia se cultivan poco más de seiscientas hectáreas de este cultivo, según la estimación de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, por lo que es la penúltima provincia de Castilla y León en superficie de patata, sólo por delante de Soria (270 hectáreas).

En total, España produce algo más de dos millones de toneladas, y se ve obligada a importar un millón más de este tubérculo. Cada vez llega más producto de países extracomunitarios que no cumple los estándares de producción de la Unión Europea.

BUENA EN CALIDAD Y CANTIDAD. Las previsiones apuntan que esta campaña habrá buena calidad y buena producción, porque el sector en nuestra comunidad autónoma está muy profesionalizado y el tiempo ha acompañado. Pero también los costes del cultivo de patata son muy fuertes, en torno a diez mil euros por hectárea, lo que significa que solo para cubrir costes se necesita una producción óptima y un precio digno.

El verano de 2024 los precios por kilo oscilaron entre 0,40 y 0,55 céntimos, unas cotizaciones buenas para los productores, que en todo caso se sitúan muy lejos de los que pagan los consumidores.

MENSAJE AL CONSUMIDOR. ASAJA-Castilla y León pide encarecidamente a los consumidores que en estos meses cruciales para los cultivadores se fijen en la etiqueta que marca el origen de la patata (el origen, no el envasado) y elijan patata de nuestra tierra.

También sugerimos que la patata muestre un doble etiquetado, donde figure con claridad el origen y también lo que se paga al productor y lo que se cobra al consumidor. Estamos cansados de que la sociedad piense que nos estamos forrando con el cultivo de la patata, cuando aquí el beneficio se lo quedan los intermediarios./