Si la Comisión cree en su propio informe sobre las nuevas técnicas genómicas, entonces debe tomar cartas en el asunto y rápido que ¡el tiempo apremia!

El Copa y la Cogeca acogen con satisfacción las principales conclusiones del estudio solicitado por el Consejo Europeo en 2019 y realizado por la Comisión Europea sobre las nuevas técnicas genómicas. Este informe aporta claridad científica a un debate esencial, sobre todo en lo que respecta a los ambiciosos objetivos fijados en la Estrategia «De la granja a la mesa». Las nuevas técnicas genómicas suponen verdaderos instrumentos que de forma concreta ayudan a dar solución a los problemas climáticos, medioambientales y de seguridad alimentaria, tanto presentes como futuros, a los que nos enfrentamos en la Unión Europea. Para aportar coherencia a su planteamiento, la Comisión tendrá que tomar medidas y rápido con el fin de ponerse a la altura de sus competidores y que la aplicación del Pacto Verde se realice de forma oportuna.

Las conclusiones del estudio que la Comisión Europea acaba de publicar hoy sobre las nuevas técnicas genómicas son claras. En primer lugar, este estudio revierte la sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas y adopta un enfoque de índole fáctica y con base en la ciencia en lo relativo a esta cuestión, del que la sentencia anterior carecía rotundamente. Para la Comisión Europea, estas nuevas técnicas tienen el potencial de contribuir a un sistema alimentario más sostenible, con razas más resistentes a las enfermedades y al cambio climático, al tiempo que garantizan soluciones asequibles para agricultores y consumidores. La Comisión reconoce, asimismo, que estas nuevas técnicas no pueden ser consideradas bajo el mismo marco de hace 20 años establecido para los OMG u organismos modificados genéticamente.

Según Thor Gunnar Kofoed, presidente del Grupo de Trabajo «Semillas» del Copa-Cogeca: «Consideramos que este estudio de la Comisión supone un verdadero punto de inflexión para los agricultores y las cooperativas agrarias. Estoy convencido, al igual que muchos colegas, de que podemos alcanzar algunos de los principales objetivos del Pacto Verde si en la UE tenemos acceso a técnicas sencillas y precisas de mutagénesis. Los agricultores están dispuestos a comprometerse con los objetivos fijados por la Comisión Europea, ya que somos los primeros en vernos perjudicados por el cambio climático.»

Thor Gunnar Kofoed, presidente del grupo de trabajo «Semillas» del COPA-COGECA.

Al comentar los próximos pasos presentados por la Comisión con la publicación de su estudio, el Sr. Kofoed declara que «Debemos ser realistas; este estudio es tan sólo un primer paso tras años y años de debates. La Comisión tiene ahora la intención de poner en marcha un proceso de consulta y una evaluación de impacto al respecto, pero esto llevará tiempo. Ese mismo tiempo que no podremos tener a disposición para ponernos al día con la competencia internacional o el progreso del Pacto Verde. A fin de cuentas, serán los agricultores quienes paguen el precio de la indecisión. Pido a la Comisión que se comprometa con más firmeza y rapidez si cree en las conclusiones de su propio informe.»

El Copa y la Cogeca también están de acuerdo con el estudio de la Comisión al considerar que las nuevas técnicas genómicas representan un conjunto variopinto de técnicas, que pueden conseguir resultados diferentes, al verse que algunos productos vegetales logrados mediante dichas técnicas resultan indistinguibles de las plantas obtenidas de forma convencional. Por ello, con la premura de tiempo que nos aqueja, instamos a la Comisión Europea, al Consejo y al Parlamento Europeo a que aprueben los ligeros cambios normativos necesarios para estas técnicas de obtención precisas y bien definidas, con el fin de avanzar con celeridad en el ámbito de la obtención vegetal a nivel europeo y poder hacer frente al cambio climático.