Miedo al cierre de la campaña de riego

Se acaba de publicar el «Informe Mensual de Seguimiento del Plan Especial de Sequía» del mes de julio. En estos informes, la CHD estudia la escasez de agua y la situación de sequía prolongada. Los datos del mes de julio hacen que el sistema Carrión, en el índice de escasez, haya pasado a «emergencia», el más grave de todos (normalidad, prealerta, alerta y emergencia), mientras tanto el sistema Pisuerga continúa en «alerta» aunque se ha quedado al borde de la «emergencia». Lógicamente, ambos sistemas se mantienen en la situación de «sequía prolongada» un mes más y es que ya en junio se declaró la «situación especial por sequía extraordinaria» en ambos sistemas.

A día 11 de agosto, el agua embalsada en el sistema Carrión asciende a 39,5 hm³ de un total embalsable de 165 hm³, por tanto hay embalsado un 23,9% de la capacidad total. Si descontamos los 20 hm³ de reserva que fijó la Comisión de Desembalse el porcentaje de agua real en los embalses de Compuerto y Camporredondo sería un 13,4%. En el sistema Pisuerga la situación no es mejor porque actualmente están embalsados 74,6 hm³ de los 322 hm³, un 23,2%. En el Pisuerga la reserva asignada por la Comisión de Desembalse es de 40 hm³, lo que hace que sólo sea aprovechable un 12,3% del agua existente.

El acuerdo por el que se declaró la «situación especial por sequía prolongada» -de fecha 16 de junio- incluye una mención a que «si la situación de disponibilidad de los recursos hídricos no permitiera llevar la campaña hasta el final del año hidrológico, se acortarán las fechas de finalización en todos en algunos cauces para adaptarse a la disponibilidad del recurso».

Las lluvias de julio, como es habitual, han sido muy escasas salvo en la estación meteorológica de Herrera de Pisuerga, que recogió 46 l/m². Detrás figura Lantadilla, que llega a los 14 l/m², teniendo el resto de estaciones unas precipitaciones testimoniales que nada han podido aportar a la mejora de la campaña de riego.

El temor de los regantes al corte de la campaña de riego es creciente y aquellos que no han apostado por sembrar cultivos de primavera están aliviados porque privar de agua a maíz, remolacha o patata supondrá una pérdida de producción inadmisible para conseguir la rentabilidad del cultivo, como también ocurrirá con los últimos cortes de la alfalfa. De hecho ya hay comunidades de regantes a las que se las ha comunicado el final de su campaña por estar acercándose a consumir el total de la dotación que tenían asignada.

Esperemos que la CHD tenga empatía con los agricultores, reconozca la palmaria necesidad de producción de alimentos y permita los riegos de emergencia necesarios para que se completen los ciclos de las plantas. Además, ha llegado el momento de apostar por la regulación en nuestra zona, no se puede argumentar que la ausencia de lluvia es el motivo por el que no se debe aumentar la regulación. Precisamente es el motivo por el que debemos acumular toda el agua que se pueda cuanto antes.