Por Honorato Meneses, presidente de ASAJA Palencia

Los agricultores y ganaderos hacemos nuestro trabajo durante todo el año y bajo estas circunstancias tan especiales de crisis sanitaria y económica que estamos viviendo, seguimos cumpliendo con este compromiso. Pero para que haya alimentos y lleguen a la población a precios asequibles es necesaria una agricultura y ganadería fuertes.

Es lamentable que tengamos que padecer una crisis como la actual para reconocer al sector la importancia que tiene. Y ese reconocimiento no debe quedarse ahí, sino que tiene que implicar el apoyo a los sectores que lo están pasando mal, como el ganadero -lechazo, ternera, leche, etc.- y el de la patata, por poner algún ejemplo.

Ambos sufren -al igual que les sucede a otras actividades económicas- las consecuencias de la crisis. En nuestro caso obedece al cierre de la hostelería, donde tradicionalmente tienen salida estos productos de calidad. Ahora se amontonan y corren peligro de perderse porque no se venden en los supermercados o tiendas de alimentación. Es momento de consumir estos alimentos de gran calidad y de nuestro territorio. De defender lo nuestro, ya que de lo contrario, muchas explotaciones podrían desaparecer y, con ellas, la tradición productora de lechazos, terneros o patatas de la provincia.

En estos tiempos difíciles los consumidores se tienen que dar cuenta de que producir alimentos como nuestro lechazo, nuestras carnes o nuestros quesos, tiene que ser prioritario. Si consumimos productos de nuestro territorio estamos apoyando a la economía y a los agricultores y ganaderos de la zona. Los consumidores nos tenemos que volver más selectivos y tenemos que primar la calidad y la seguridad, algo que reúnen los alimentos que se producen en España, Castilla y León o Palencia.

Hay que animar al consumo de esos productos, porque así ayudamos a nuestra economía. También es importante el apoyo de las administraciones a través de campañas de promoción y concienciación, como se hace en otros países. En cuestión de alimentos, lo primero tiene que ser lo nuestro porque tiene más calidad y garantías que los que vienen de fuera.

Esperemos que de esta crisis se saquen consecuencias positivas., que nuestros representantes institucionales aprendan que la autosuficiencia alimentaria es una de las principales prioridades de un país. No tenemos que depender de terceros países para abastecernos de productos, aunque sean más baratos, porque no se pueden equiparar en calidad y garantías, y además se abandona la producción nacional. Ante una crisis de este tipo puede haber escasez y los precios pueden subir muchísimo. Una lección clara de todo esto es que tiene que haber una agricultura autosuficiente en nuestro país para poder alimentar a toda la población.

Quiero reiterar mi deseo de que la pandemia se supere pronto. Los agricultores y ganaderos también sufrimos las consecuencias en nuestra salud y en la de nuestras familias. Todos necesitamos soluciones urgentes, tanto en el plano sanitario como en el económico para mirar al futuro con optimismo.