Los expertos de los Grupos de Trabajo de Cereales y Oleaginosas y Cultivos Proteaginosos del Copa y la Cogeca, entidades que representan a las asociaciones y las cooperativas del sector a nivel comunitario, predicen un aumento general de la producción de cereales, oleaginosas y proteaginosas de la Unión Europea en 2023, a pesar de que se prevé una grave disminución de la producción en España. La producción total de cereales de los veintisiete países miembros alcanzará, según esas estimaciones, los 277 millones de toneladas, el 4,6% más que en la cosecha de 2022. Se espera incluso un crecimiento mayor para las semillas oleaginosas (34,1 millones de toneladas; con un aumento del 8,2 % con respecto a la cosecha anterior) y las proteaginosas (3,9 millones de toneladas; con el 5 % más en el conjunto de la UE). Sin embargo, España se verá gravemente afectada por la sequía y su producción de cereal se reducirá en unos nueve millones de toneladas con respecto a 2022.

A pesar de una reducción de las superficies sembradas en 2023 (-3,8%), los altos rendimientos esperados para los cereales deberían garantizar un mejor resultado que el de 2022. Esa tendencia se debe en parte a los mayores rendimientos esperados para el maíz en grano, con una producción que debería alcanzar los 62 millones de toneladas (el 21,7% más que en 2022). La producción se vio gravemente afectada el año pasado en algunos estados miembros del Este de la Unión.

Por su parte, la cebada y el trigo duro sufrirán unas caídas respectivas del -2,3% y -7,1% en su producción, mientras la de trigo blando aumentará el 2,8% hasta los 128 millones de toneladas. A la bajada de la producción cerealista contribuye España, gravemente afectada por la sequía, con una merma cercana a los nueve millones de toneladas, según los expertos del Copa y la Cogeca. En general, la cosecha de 2023 debería ser más alta que la de 2022, pero aún se situará algo por debajo del promedio de producción de grano del último quinquenio.

EL 18,5% MÁS DE GIRASOL. En oleaginosas, la situación también es bastante positiva gracias a un ligero aumento de la superficie (+2,1%) y a mayores rendimientos, lo que se ha traducido en una producción estimada de un 14,4% superior a la media de los últimos cinco años. Esto se relaciona especialmente con un aumento esperado del 18,5% en la producción de girasol debido a mayores rendimientos, ya que la superficie de siembra se ha reducido ligeramente.

Para la soja, el Copa y la Cogega esperan que la producción aumente un 9,7% con una superficie de siembra similar. La producción de proteaginosas en la UE-27 debería aumentar gracias a una mayor producción de guisantes y frijoles (+9 % y +11 %, respectivamente), que compensaría la severa reducción de altramuces dulces (-29 %).

Estos resultados positivos se explican en parte por unas muy buenas condiciones para el desarrollo de los cultivos de invierno en el norte de Europa y las mejores condiciones meteorológicas en general en Europa del Este. En cambio, la fuerte sequía en España y en otros países comunitarias, unida a que los costes de los insumos siguen siendo muy elevados (fertilizantes, energía) a pesar de algunos descensos en los últimos meses, sin duda limitarán los resultados positivos de la cosecha de 2023./