El pasado mes ha sido un septiembre térmicamente normal en casi toda la provincia de Palencia, pero más seco —e incluso mucho más seco— de lo que cabe esperar, según se desprende del balance de la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León. La escasez de precipitaciones ha hecho más llevaderas ciertas labores de recolección propias de esta época (girasol, patata, viñedo…), pero está retrasando la sementera de algunos cultivos que no pueden esperar, como la colza, para evitar las primeras heladas. De hecho, en septiembre ya se registraron temperaturas bajo cero en puntos de la Tierra de Campos palentina.

Entre las once estaciones meteorológicas del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) ya hubo dos que el pasado mes marcaron mínimas negativas, como Fuentes de Nava (-0,3 ºC) y Villaeles de Valdavia (-0,9 º C).

El termómetro bajó a cero grados en Lomilla de Aguilar y Bárcena de Campos. La mínima más suave (1,6 ºC) de todo el mes d septiembre se midió en Villamuriel de Cerrato.

MÍNIMAS BAJAS. En términos generales, las temperaturas mínimas de septiembre, según la Aemet, han presentado una anomalía negativa de medio grado en Castilla y León; mientras las máximas se han situado casi un grado por encima de lo normal.

La máxima mensual de la provincia de Palencia se alcanzó en Torquemada (35,1 ºC), pero se superaron los treinta y cuatro grados Celsius en Fuentes de Nava (34,6 ºC) y Villamuriel de Cerrato (34,4 ºC). La máxima más corta se registró en Villaluenga de la Vega (30,3 ºC).

Térmicamente, como se muestra en el mapa inferior adjunto, septiembre ha resultado un mes normal (color blanco), salvo en algunas áreas puntuales donde han resultado un poco más cálidas de lo normal (color amarillo).

LLUVIAS MUY ESCASAS. En cuanto a las precipitaciones, en general ha sido un septiembre muy seco (MS, color naranja del mapa central) en toda la provincia, salvo en el tercio sur, donde ha sido solamente seco (S, color amarillo).

La media de las once estaciones del ITACyL arroja un promedio de sólo 6,4 litros por metro cuadrado. Únicamente en dos estaciones se superaron los diez litros: Herrera de Pisuerga (11,1) y Lomilla de Aguilar (12,6). La precipitación más escasa se midió en Fuentes de Nava, con solo tres litros.

Esta escasez de precipitaciones ha desanimado la sementera de algunos cultivos, como la colza, que solo se ha sembrado en parcelas de regadío, donde sí se garantiza una buena nascencia y crecimiento a tiempo de evitar las heladas.

ANTES DEL PILAR. Los agricultores que apuestan por esta oleaginosa en secano suelen sembrar en septiembre u octubre (pero no más tarde del Pilar) para aprovechar las primeras precipitaciones del otoño.

Aunque en el cereal no urge tanto, la tendencia de las últimas campañas es anticipar la sementera para procurar un mejor rendimiento, por lo que también hay necesidad de que lleguen las precipitaciones cuanto antes, al igual que para los pastos./