El 16 de junio ASAJA-Palencia, tras realizar un sondeo entre sus socios, cifró las perspectivas de la cosecha provincial de cereales de invierno en 800.000 toneladas.

Salimos de los meses de invierno con una perspectiva inmejorable, que hacía que muchos hablaran del mejor año que habían visto, pero las lluvias no acompañaron y pasamos a hablar de sequía, tal es así que se tramitaron numerosos partes de siniestro con esa causa, y una gran parte se han anulado posteriormente.

Contra todo pronóstico, de forma general la cebada consiguió unos buenos rendimientos y el trigo granó mucho mejor de lo esperado. Esto ha llevado la cosecha a 1.001.175 toneladas, lo que la convierte en un año medio ya que la media de los últimos 20 años es de 991.451 toneladas, de los últimos 10 años es 1.008.991 toneladas y la de 5 años es 1.017.927 toneladas.

En cuanto a superficies, se han sembrado de trigo 137.209 hectáreas, dato similar al del año pasado. En cambio la cebada ha ocupado 113.114 hectáreas, 11.594 hectáreas menos que el año pasado, una cantidad importante y que es la más baja en los últimos veinte años. Avena y centeno se mantienen y el triticale aumenta 1.743 hectáreas, aumento muy destacado, ya que se han sembrado 5.923 hectáreas, dentro de la baja representatividad que tiene este cultivo en nuestra provincia.

Por tanto, éste será un año que pasará a la historia como lo que pudo ser y no fue, pero que al menos mantuvo el tipo consiguiendo igualar la cosecha media.

El dato oficial de la cosecha regional asciende a 5.036.866 de toneladas, un 20% inferior a la media de los últimos cinco años (6,3 millones de toneladas), siendo nuestra provincia la segunda que más aporta a la región tras Burgos y por delante de Valladolid.

La producción nacional ha sido estimada por el MAPA en 15.048.600 toneladas, representando Castilla y León un tercio de esta cantidad.