El conejo es un animal altamente prolífico y que se cobija en gran medida en las infraestructuras de transporte, como por ejemplo autovías y autopistas, pero los que soportan directamente los daños que realizan estos animales con poblaciones disparadas son los agricultores.

En zonas donde este animal se puede cazar se trata de conseguir que los correspondientes cotos de caza se impliquen en el control de esta especie pero hay muchas zonas donde no se puede cazar (carreteras, ferrocarril, … más las respectivas zonas de seguridad) y donde precisamente estos animales se guarecen la mayor parte del tiempo.

Históricamente el control que se ha realizado de este desmesurado crecimiento de las poblaciones de conejos ha sido mínimo. En la práctica, vemos cómo se producen muchos daños en malos años agrícolas porque los conejos necesitan para subsistir comer mayor superficie de vegetación, y lógicamente menores daños en años donde la vegetación de las parcelas es abundante.

Esto demuestra que se está fiando este problema a los caprichos del clima, con el agravante de que el único perjudicado es el sector agrario, que ya únicamente ve como viable la reclamación por responsabilidad patrimonial porque el seguro agrario tiene muchas limitaciones, excluyendo muchas parcelas de cobertura y además teniendo una franquicia elevada.

Recientemente, nuestra asociación ha tenido noticias de un producto que puede utilizarse para controlar las elevadas poblaciones de este roedor. Concretamente se trata del “ARVALIN PHOS PT 20”, autorizado desde 2019, formulado a base de fosfuro de aluminio y fabricado en Europa por la empresa alemana DETIA FREYBERG GmbH.

La autorización indica que uno de los organismos diana es el conejo y que el producto debe ser usado en áreas no agrícolas. Creemos que este producto podría ser una solución que mitigaría los daños recurrentes que se están sufriendo en ciertas zonas donde incluso existen parcelas de regadío, con los gastos fijos que conllevan, donde no es posible sembrar.

Por ello se ha comunicado la existencia de este producto al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana así como a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, esperando que las administraciones hagan algo en las superficies de las que son responsables.