Pasan los días y prácticamente sigue sin llover, el clima es caprichoso y tiene esas cosas con las que los agricultores tenemos que lidiar. Si estos desmanes del clima tienen un origen externo al funcionamiento normal del planeta, todos, o casi todos, sabemos que el origen es humano y no animal, como se nos quiere hacer ver. Cuando se pararon los vehículos, durante el confinamiento del año pasado, la contaminación se redujo a la par que el consumo de carburantes pero desde las altas instancias políticas continúan contaminando a la opinión pública y ensuciando el buen nombre de la ganadería española.

Sea como fuere, el caso es que no llueve. La palabra secano implica que los cultivos sólo reciben el agua de la lluvia por lo que la situación es complicada. Es tal el raquitismo generalizado que tenemos en los cultivos que la fauna está haciendo un daño inconmensurable, los animales comen lo mismo pero necesitan mucha más superficie para ver sus necesidades alimentarias satisfechas. La Administración mira el tema desde la barrera pero no hace nada y así nos va.

Con esta situación de los cultivos de secano los agricultores ya contamos, estamos acostumbrados a mirar al cielo y esperar que llueva sabiendo que San Isidro unas veces se porta y otras no. Otro tema son los cultivos de regadío, ahí podemos regar y dar al cultivo el agua que demanda pero qué coraje da cuando llegan estas fechas y tenemos los embalses de Palencia al 40,8% de su capacidad cuando normalmente están al 55,9% y el año pasado estaban al 75% del total almacenable –no olvidemos que además hay que dejar un resguardo en los embalses por lo que no todo el agua se puede utilizar-. De seguir así la campaña de riego en nuestros sistemas, Carrión y Pisuerga, va a ser más que complicada y gran parte de la superficie teóricamente regable deberá ser sacrificada.

La Confederación Hidrográfica del Duero se encuentra tramitando el nuevo Plan Hidrológico del Duero y vemos con miedo, y por qué no decirlo también con pena, que no se contemplan inversiones para aumentar el almacenamiento de agua en Palencia, algo refrendado por los Presupuestos Generales del Estado un año tras otro. El ecologista modus operandi de la CHD está llegando al límite y nos dejan a los regantes abandonados a nuestra suerte.

Han pasado ya 29 años desde que los políticos nos negaron el agua que el sistema Carrión necesita, no permitiendo la construcción del embalse de Vidrieros. Desde entonces no sólo no se realiza ninguna infraestructura para almacenar agua sino que la CHD opina que, dado que llueve menos, lo que hay que hacer es no invertir en almacenar agua cuando hasta un niño de cinco años sabe que si van a cortar el agua en casa lo primero que hay que hacer es llenar unos cuantos cubos y botellas.

Pues aquí ni cubos, ni botellas, ni embalses, ni nada. Una vez más los regantes tenemos que lidiar este toro solos, sin el apoyo de quien debería tener como prioridad que el agua llegue a todos los usuarios en la cantidad que precisan. No es culpa nuestra que el sistema Carrión sea deficitario desde tiempos inmemoriales y sí es culpa de la CHD que tengamos que hablar de esto de forma recurrente porque no hacen nada al respecto. Ojo al parche, 29 años, suma y sigue.