La Junta de Castilla y León aprobará en el próximo Consejo de Gobierno una línea de ayudas para que los ganaderos afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) puedan reactivar cuanto antes su actividad productiva ante las pérdidas causadas. La subvención se destinará a explotaciones afectadas independientemente de que registren o no reses muertas. Habida cuenta de que consta a la administración autonómica la existencia de la EHE, cuya declaración a los servicios veterinarios es obligatoria por parte del ganadero, la ayuda se tramitará de forma ágil, mediante una simple solicitud de su aceptación, para que los afectados puedan recibirla en diciembre.

El anuncio de las ayudas se ha producido tras una reunión de más de dos horas que ha celebrado este lunes, 30 de junio, con representantes del sector ganadero de Castilla y León el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, junto al vicepresidente del Gobierno regional, Juan García-Gallardo; al portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo; y al consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas.

La cuantía de la subvención está aún por concretar, pero sí se conoce que el presupuesto estará por encima de los seis millones de euros, según declaró el consejero de Agricultura. «Inicialmente habíamos planteado entre tres millones y cuatro millones y medio, que se han incrementado para estar por encima de los seis millones», afirmó Gerardo Dueñas ante los medios de comunicación tras la reunión.

Lo que sí se ha fijado ya es que las ayudas harán frente tanto a las pérdidas ocasionadas por cabeza de ganado bovino dado de baja, como a las explotaciones donde se haya declarado la enfermedad, aunque no se hayan registrado reses muertas. De esta manera, se pretenden sufragar los costes de limpieza, desinfección y desinsectación.

VIRUS. La EHE surge por un virus que se transmite por mosquitos y afecta principalmente a la fauna silvestre (ciervos, corzos…), hasta llegar al ganado bovino. El ganado ovino es susceptible de infección, pero desarrolla poco la enfermedad clínica, en tanto que el caprino es muy poco susceptible de infectarse, aunque no descartable del todo. 

La enfermedad no supone ningún riesgo para las personas ni para el consumo de los productos cárnicos o lácteos, pero sí ocasiona importantes pérdidas en el ganado, no solo por el fallecimiento puntual de ejemplares, sino porque exige un manejo y tratamiento específico para los animales que requiere de mayores costes e implica pérdidas productivas cuantiosas para la explotación.

GRAVEDAD. El Gobierno autonómico, que reconoce «la grave situación de esta epidemia» ha destacado la necesidad de ofrecer estas ayudas a un sector fundamental para la economía de Castilla y León, que además, cuenta con el mayor número de cabezas de bovino a nivel nacional. La Consejería, de hecho, coincide con los ganaderos en atribuir a esta zoonosis el aumento en miles de reses muertas en la región desde verano con respecto al mismo periodo del pasado año.

ASAJA fue de las primeras entidades de Castilla y León, si no la primera, en lamentar ya a primeros de agosto la falta de interlocución y de capacidad de reacción tanto de la Consejería como del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ante la eclosión de la EHE, que desde esas fechas empezó a avanzar con rapidez por la comunidad. Ya desde la primera semana de ese mes empezaron las restricciones de movimiento en las provincias de Ávila, Salamanca y Zamora, donde los ganaderos ya venían asumiendo gastos preventivos en limpieza, desinfección y desinsectación de sus explotaciones y medios de transporte. Desde entonces, la EHE no ha hecho sino avanzar en la región hasta que hace una semana se declaró el primer caso en Palencia, última provincia que quedaba sin episodios.

Afortunadamente —como no podía ser menos, dado que el ganadero informa obligatoriamente de sus casos de EHE—, la Junta prevé una tramitación de la concesión diseñada para que los afectados cobren la ayuda lo antes posible y, de esta manera puedan, reactivar su actividad productiva. Según informó este lunes la administración regional, «no será preciso que presenten ninguna justificación, sino que simplemente deberán rellenar la solicitud de aceptación de la ayuda en un plazo de treinta días desde que se anuncie en el Bocyl la lista de beneficiarios; lo que significa que podrán cobrar las cuantías correspondientes a lo largo del mes de diciembre»./