Cada mes, la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios publica las «Declaraciones de entregas de leche cruda a primeros compradores» y en dicho informe hay multitud de datos interesantes sobre el sector lácteo, le falla el desglose, que no pasa del nivel autonómico cuando nos interesaría también conocer los datos provinciales, algo que en la Administración ocurre con demasiada frecuencia.

En el caso del vacuno, la producción láctea muestra una tendencia alcista en los últimos años aunque en los últimos cuatro meses de los que conocemos datos (marzo, abril, mayo y junio) se percibe un descenso de la producción de un 1,9% respecto a los datos de 2021 y un 1,2% respecto a los datos de 2020. En el año 2021 Castilla y León ha producido 930.275 toneladas de leche, lo que representa el 12,4% del total nacional, que asciende a 7.477.221 toneladas, y el 83,8% de esta leche se entrega a industrias de nuestra propia región. Los próximos meses también deberían acusar un descenso de la producción ya que el calor que estamos padeciendo los humanos este verano también lo padecen los animales y, en el caso del vacuno de leche, esto implica una reducción en la producción de leche de cada vaca superior a los cinco litros diarios, lo que hace que en Palencia se puedan estar dejando de producir más de 70.000 litros de leche al día, que es la leche envasada que consumen unos 1.000 españoles medios al año.

El precio medio percibido por el ganadero de Castilla y León durante en mes de junio es de 0,440 euros/litro, cuando en mayo de 2021 se percibían 0,332 euros/litro (+32,5%). En los datos nacionales se puede ver que el precio medio en mayo ha sido de 0,438 euros/litro mientras que en el mismo mes de 2021 lo fue de 0,332 euros/litro (+31,9%), nuestra región está levemente por encima de la media nacional. El precio que perciben nuestros ganaderos ha tardado en subir, a finales de año los precios de sus insumos ya estaban por las nubes y pese a las demandas del sector en repetidas manifestaciones, que tuvieron lugar en distintos puntos de la región, la industria fue cicatera una vez más y dejó a su suerte a los productores con unas subidas de precios mínimas -de los once céntimos que ha subido la leche según el informe de entregas, cinco se han conseguido en diez meses (junio de 2021 a marzo de 2022) y los otros cinco en los últimos tres meses-. En la Lonja de León cotiza la leche de vaca entregada en julio a 0,485 euros/litro, con una tendencia al alza en los últimos meses.

El número de ganaderos no deja de bajar. A nivel nacional se ha producido un descenso del número de productores de un 7,0%, en la línea de los últimos años, ya sólo quedaban 11.040 ganaderos al terminar junio, ahora serán ya menos de 11.000. Dos ganaderos abandonan el sector lácteo español cada día del año mientras en nuestra región abandonan un ganaderos cada seis días. Castilla y León presenta un descenso similar al nacional, concretamente del 8,8%, y contamos con 822 productores, que no llegarán a 800 al finalizar el año si sigue esta tendencia (llevamos tres meses perdiendo un ganadero cada tres días). Galicia, que es la mayor productora nacional ha disminuido su censo de ganaderos un 6,07%, teniendo 6.209 en junio, Asturias tenía 1.380 ganaderos, con una bajada del 8,6%, y Cantabria contaba con 937 ganaderos, habiendo reducido su censo en un 8,3%. Las vacas también se reducen, y en un año hemos pasado de 821.743 unidades a las 793.667 vacas lecheras (-3,4%) que hay a mediados de agosto en el Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN).

La industria se ha equivocado. Ha vivido toda la vida regateando y no compartiendo con los productores el beneficio que obtenían por los productos que vendían. La ganadería es un sector que exige muchísimo sacrificio y plagado de trabas burocráticas, si no hay un beneficio económico el relevo no se produce. Ése es el horizonte que tenemos. Cada vez hay menos ganaderos y llegaremos a un punto en que no habrá los suficientes pero nada podrá hacerse porque será prácticamente imposible que haya gente dispuesta a iniciarse en esta actividad.

Los datos del MAPA sobre el consumo de productos lácteos no son nada halagüeños tampoco. Los hogares españoles han reducido la compra de leche y derivados lácteos durante los últimos doces meses, concretamente un 6,4%, donde la leche líquida ha disminuido un 6,0% y los derivados un 7,1%. Sorprende en lo negativo el descenso en el consumo de yogures (-8,3%) y el de queso (-8,9%), donde el queso de oveja baja un 21,9%, el curado un 17,7% y el tierno un 17,5%.

PRODUCTOVARIACIÓN ANUAL DEL CONSUMO
Leche entera-1,7%
Leche desnatada-7,7%
Leche semidesnatada-9,4%
Mantequilla-12,7%
Queso-8,9%
Helados-2,5%
Nata-11,9%

En el lado positivo se encuentra la balanza comercial láctea de España. Los datos del Departamento de Aduanas muestran que España es cada vez menos dependiente del exterior en productos lácteos. En 2021 nuestro país ha exportado 548.626 toneladas y ha importado 702.819 toneladas, lo que hace que la balanza comercial sea negativa y ascienda a 154.193. Hace diez años los datos eran muy distintos porque se importaron 1.178.243 toneladas y exportamos 457.694 toneladas, con una balanza comercial negativa de 1.024.050 toneladas. Es decir, exportamos un 19,9% más e importamos un 67,6% menos. Llama la atención el dato del queso, donde exportamos 113.025 toneladas (55.609 t en 2012) mientras importamos 312.056 toneladas (252.315 t en 2012), cada vez importamos más aunque cada vez así mismo exportamos más. Las importaciones se producen en un 98% de países de la propia UE mientras que las exportaciones las realizamos en un 15% a países terceros y en un 85% a países de la propia UE.