ASAJA presentó a los medios de comunicación el informe del año agrícola 2023 y previsiones para 2024
La climatología castigó por segundo año consecutivo a los cultivos de secano de la provincia de León, y lo hizo de forma más intensa que en el año 2022, hasta el punto de que fueron indemnizables la práctica totalidad de las pólizas del seguro agrario. Además de los cultivos agrícolas, la sequía se cebó también con los pastos y prados de secano, mermando de manera muy severa las producciones, pero en este caso hay que destacar que la situación se revirtió a partir de los primeros días de septiembre, cuando hicieron acto de presencia las primeras lluvias, que además fueron generosas. El otoño lluvioso, con temperaturas suaves y ausencia de nevadas, hizo que esta segunda parte del año fuera muy favorable para la cabaña de ganado extensivo de la provincia de León, pudiendo prescindir de la compra de forrajes que han estado muy escasos y caros.
La agricultura de regadío tuvo un año de normalidad debido a que los pantanos acumulaban agua suficiente para la campaña de riego. El problema de la agricultura de regadío, circunscrito sobre todo al maíz, ha tenido que ver con los precios y los costes y con las menores siembras, y no con los rendimientos por hectárea cultivada. Un elemento a destacar en la agricultura de regadío ha sido el incremento en la superficie de remolacha hasta convertir a la provincia en la principal productora de España. También destacamos que fue uno de esos años excepcionales en los que la producción de fruta fue buena.
En los sectores ganaderos, destacamos la significativa alza en los precios de la leche, que ya se inició en los últimos meses del año 2022, mejoría más señalada en el sector del ovino, lo que, junto a una moderación de los costes de los piensos, ha conllevado una significativa mejoría en las rentas de estos profesionales.
En la ganadería extensiva, como ya se ha mencionado, se produjo un alivio en los costes por la mejora en los pastos en otoño y principios del invierno. La provincia se ha librado de la enfermedad de la lengua azul, le ha tocado sólo de refilón de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, y no ha habido episodios dignos de reseñar respecto a la siempre amenazante tuberculosis bovina, lo que consideramos como una buena noticia. El equino de carne, muy importante en la provincia, sigue teniendo salida en los mercados y por lo tanto los precios son atractivos. La apicultura, por el contrario, sigue encadenando años de malas producciones y dificultades para combatir con éxito las enfermedades y los efectos devastadores de la Vespa velutina.
Con carácter general, los precios se han mantenido o se han comportado al alza, con la excepción de los cereales (incluido el maíz) y las oleaginosas. Debido a la gran superficie dedicada a estos cultivos en la provincia de León, sobre todo por el peso del maíz, esta caída en las cotizaciones ha tenido como consecuencia una fuerte caída en la renta de los productores, y ha impedido el crecimiento de la renta agraria de la provincia.
En los dos años anteriores, y en particular en 2022, se ha destacado el inusual incremento de los costes en los insumos o medios de producción. En el año 2023 debería de haberse producido una corrección a la baja, cuestión que no ha ocurrido en todos los conceptos de gasto, y que no ha sido suficiente en todos los que sí han bajando (piensos, fertilizantes, carburantes y electricidad) que están muy lejos de las cotizaciones anteriores al inicio de la guerra en Ucrania. Este es hoy el gran problema del campo.
Todavía sin gran incidencia en 2023 porque llegó sobre todo en el segundo semestre, tenemos que destacar el incremento de los costes del dinero, esos préstamos que piden los agricultores y ganaderos para disponer de circulante y sobre todo para acometer las inversiones. A finales de año, los préstamos se firmaron a una media del 5,5%, lo que supone 3 puntos porcentuales más que un año antes.
En el capítulo de ayudas, los importes de la PAC son similares a los de años anteriores, y similares las ayudas que se han recibido como subvenciones de capital en las inversiones. Destacamos no obstante un incremento debido a las ayudas excepcionales por la sequía y para paliar las consecuencias de la guerra en Ucrania.
En el capítulo de indemnizaciones, se ha incrementado por los siniestros de sequía del seguro agrario. Estas indemnizaciones no reflejan las pérdidas reales, ya que se indemniza solo el 70% de los daños, y además se asegura sobre unos rendimientos máximos teóricos que con carácter general son inferiores a las medias reales.
Las inversiones públicas para nuevos regadíos y modernización de regadíos se han mantenido a un ritmo importante aunque insuficiente, y es de destacar que la incorporación anual de jóvenes al sector es, en opinión de ASAJA, suficiente, pues entendemos que no hay capacidad (base tierra) para incorporar a más. Aún así, la provincia de León destaca por ser la que más jóvenes, y más mujeres, incorpora de toda Castilla y León.
Ver informe completo en www.asajaleon.com
ASAJA. León, 18 de enero de 2024.