La organización agraria ASAJA espera que la declaración de Parque Natural de Babia y Luna, que hoy refrendaron las Cortes de Castilla y León, suponga las menos trabas posibles para la vida diaria de los habitantes de la zona, y que las estrictas normas de uso y gestión interfieran lo menos posible con la actividad ganadera de la comarca.

ASAJA DESCONFÍA DE LAS BONDADES  QUE PUEDA TENER PARA LOS GANADEROS EL PARQUE NATURAL DE BABIA Y LUNA

La organización agraria ASAJA espera que la declaración de Parque Natural de Babia y Luna, que hoy refrendaron las Cortes de Castilla y León, suponga las menos trabas posibles para la vida diaria de  los habitantes de la zona, y que las estrictas normas de uso y gestión interfieran lo menos posible con la actividad ganadera de la comarca. Si bien es cierto que dentro de los usos permitidos se encuentra el desarrollo de la ganadería tradicional, no es menos cierto que en el día a día la administración se agarra a la letra pequeña y a la interpretación de la norma perjudicando a los ganaderos. Además, la actividad ganadera actual ya no encaja al cien por cien bajo el concepto de “ganadería tradicional” ya que ha cambiado el tamaño de la explotación, el manejo y las prácticas agronómicas. Uno de los mayores inconvenientes que detecta ASAJA para la actividad ganadera en estas áreas protegidas es el relacionado con las construcciones  y con cualquier tipo de obra civil que se requiere para el alojamiento y manejo de los rebaños, ya que las autorizaciones son muy restrictivas y exigen materiales y formas de construcción que encarecen desmedidamente los proyectos. ASAJA espera que a partir de ahora haya una coordinación entre administraciones y que la nueva figura no se convierta en una nueva administración y por tanto un nuevo obstáculo a franquear cuando se presenta un proyecto empresarial, pasándose la pelota de unos a otros.

ASAJA teme que una mayor protección si cabe, sobre la fauna silvestre, con especies tan singulares como el oso, cree una mayor presión y competencia con las especies domésticas en la utilización de los recursos, se extienda en mayor medida la difusión y contagio de enfermedades que son comunes, y que haya más bajas causadas por los depredadores. La organización agraria ASAJA espera que, ahora que la Administración tiene la obligación de hacerse cargo de los daños patrimoniales que cause la fauna salvaje sobre pastos y ganado, se establezcan mecanismos para una pronta y justa valoración de los daños y que las indemnizaciones lleguen en tiempo y forma a los perjudicados.

ASAJA considera que anima muy poco a los ganaderos  a ver con ilusión y expectativa de futuro la figura del Parque Natural, cuando desde hace quince días conocen que  la Junta de Castilla y León ha establecido unos coeficientes de admisibilidad de pastos que dejan inservibles, a efectos de pedir las ayudas de la PAC, a varios miles de hectáreas de monte arbolado en la zona de influencia del nuevo parque, cuando forman parte de un aprovechamiento ganadero sostenible, de indudable valor ambiental, y herramienta eficaz de lucha contra los incendios.

León, 18 de marzo de 2015