Importantes países agrícolas de la Unión Europea como Francia e Italia han alertado de la dificultad de producción de biocarburantes si no se establecen aranceles altos tanto para la entrada de los propios biocombustibles, como para la entrada de materias primas destinadas a esa producción dentro de la Unión Europea.

ASAJA TAMBIÉN EXIGE ARANCELES PARA LOS BIOCARBURANTES

Importantes países agrícolas de la Unión Europea como Francia e Italia han alertado de la dificultad de producción de biocarburantes si no se establecen aranceles altos tanto para la entrada de los propios biocombustibles, como para la entrada de materias primas destinadas a esa producción dentro de la Unión Europea. La propuesta no tuvo la adhesión de España, y fue rechazada por la comisaria Mariann Fischer.

Un grupo de seis países pidieron ayer en el seno del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea protección en las fronteras con el fin de evitar el monopolio de los biocarburantes por parte de países como Brasil, donde ya el cincuenta por ciento de la producción de caña de azúcar se destina a la producción de bioetanol.

En esta línea se ha manifestado ASAJA en los últimos meses, cuando este tema ha sido recurrente en los medios de comunicación. ASAJA ha defendido la imposibilidad de producir en nuestra provincia cereales u oleaginosas con destino a la fabricación de biocarburantes, si hay que competir con los precios del libre mercado mundial, algo en lo que ahora dan la razón países que han llevado esta sensibilidad hasta el Consejo de Ministros.

En el informe que presentó recientemente ASAJA de León sobre el año agrícola 2005, se apuntaba la necesidad de adoptar una serie de medidas para que los cultivos bioenergéticos sean una alternativa de futuro. Apunaba ASAJA que sería decisiva la «protección o no de nuestros mercados en frontera respecto a países terceros grandes productores de cereal y oleaginosas». También, se pedía una ayuda mayor por hectárea cultivada – actualmente de 45 euros- , con su incremento proporcional en el caso de tierras de regadío.

Por cierto, ayer se informaba desde la Autoridad Portuaria de Gijón de la entrada de un barco cargado de trigo que tiene como destino la planta de bioetanol de Babilafuente en Salamanca, a punto de inaugurarse. Una prueba más de que este tipo de empresas per se no garantizan una actividad agrícola local vinculada a las mismas, y que compran la materia prima en cada momento donde más barata la encuentran.

León, 24 de enero de 2005.