ATAQUE A PRODUCTOS ESPAÑOLES

El pasado fin de semana un grupo de ganaderos de la Bretaña francesa incendiaron un camión de una empresa de transportes de Segovia cargado de carne de cerdo de una industria burgalesa.

ATAQUE A  PRODUCTOS ESPAÑOLES

El pasado fin de semana un grupo de ganaderos de la Bretaña francesa incendiaron un camión de una empresa de transportes de Segovia cargado de carne de cerdo  de una industria burgalesa. Fue su forma de protesta por los bajos precios en origen de la carne de cerdo, que entró en crisis tras el cierre de las fronteras rusas, un daño colateral a consecuencia de las represalias por el embargo europeo por el conflicto con Ucrania. En nuestro país sería un acto sindical agrario absolutamente impensable, pues no hay tradición de medidas tan extremas, pero más impensable que nuestras fuerzas del orden mirasen para otro lado sin identificar a los autores, como ocurrió en la localidad de Landivisiau con la gendarmería. El Gobierno francés permite este tipo de desahogos que cada año se producen sobre todo con las frutas y verduras que cruzan la frontera en dirección a los países del centro de Europa. Políticamente es un peje barato, el que paga el gobierno francés, pero mirar para otro lado demuestra una deslealtad de socio de la Unión Europea que explica eso de que estamos unidos pero únicamente para lo que nos interesa. Y si de verdad la producción de cerdo española es una amenaza para los franceses, se debe a que nuestros ganaderos han hecho serios sacrificios para ganar en competitividad, porque esto no lo da el clima. Viene como consecuencia de invertir, trabajar, ponerse al día y acertar con el modelo productivo. No tiene sentido seguir hablando de fronteras dentro de la Unión Europea cuando los mercados están tan globalizados y los mejores nichos de mercado se encuentran muchas veces a miles de kilómetros. Los ganaderos franceses han demostrado, con este gesto inútil pero bien visto de cara a la galería, que se creen con el derecho a beneficiarse de una Política Agrícola Común favorable a sus intereses, que contemple a su país como una gran potencia exportadora, pero a la vez protegiéndose de las importaciones. Y se equivocan si no cambian su estrategia por otra común de la Unión Europea que apueste por el libre mercado con igualdad de obligaciones para todos los productores del mundo.

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 13 de marzo de 2015.