Un grupo de agricultores, de los que comenzaron protestas hace un mes convocados a través de las redes sociales, y donde están aflorando como cabecillas “lo mejor de cada casa”, retiraron esta semana alimentos presuntamente importados, como señal de protesta, de Mercadona de La Bañeza. Llevaron sus quejas a la Sección Agraria Comarcal, un edificio administrativo de la Junta de Castilla y León a cuyo frente se encuentra un funcionario sin más competencias y responsabilidad que las propias de su puesto de trabajo, y donde arrojaron por el suelo esos alimentos presuntamente llegados de fuera. Se quedaron tan a gusto después de lanzar consignas tan cargadas de ideología como de poca sensatez, y dejaron las dependencias públicas hechas un asco. Supongo que la carne de pollo que esparcieron efectivamente era de importación, pero me cuesta creerlo. Me cuesta creerlo porque el sector de la avicultura español es de los más competitivos del mundo, y lo es incluso respecto a esos países terceros en los que efectivamente se produce con normas de bienestar animal, de sanidad animal, y de respeto al medioambiente, mucho más laxas que las nuestras. El sector de la avicultura de carne ha experimentado un importante crecimiento en nuestra provincia, en los últimos diez años, y lo ha  hecho de la mano de empresas de integración, y dos de las importantes son leonesas. La competitividad ha llegado con la buena gestión de todo el proceso productivo, con la concentración de la oferta, por contar con modernas instalaciones pensadas para crear el mejor ambiente a los animales, por los avances genéticos, por la calidad de los piensos, la eficiencia en los mataderos y salas de despiece, y por responder a las necesidades de cada cliente. La carne de pollo, por lo general, no es importada, y no lo es porque somos tremendamente competitivos, y a pesar incluso de tratarse de uno de los pocos sectores cuyos productores no perciben ni un solo euro de la PAC. Hoy el consumidor de carne de pollo nacional tiene garantías de estar comprando un producto de máxima calidad.