CONFEDERACIÓN PASA AL COBRO EL «CANON DE REGULACIÓN» A LOS REGADÍOS TRADICIONALES DEL ESLA Y EL CEA.

La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Helena Caballero, ha sorprendido a los regadíos tradicionales del Esla y el Cea pasando al cobro una cuota en concepto de «canon de regulación» con carácter retroactivo desde el año 2001. La medida afecta tanto a regantes con concesiones particulares (lo más común sobre todo el río Cea), como a Comunidades de Regantes ( sobre todo desde la presa de Riaño a Mansilla de las Mulas).

A estos regadíos tradicionales no se les había cobrado nunca el canon de regulación, destinado según establece la Ley de Aguas a compensar los costes de la inversión soportada por la Administración estatal y atender los gastos de explotación y conservación de las obras, en este caso de la presa de Riaño.

ASAJA se opone al cobro de este canon a los regadíos tradicionales, se opone a que se aplique con carácter retroactivo desde hace cinco años y se opone al procedimiento utilizado por la Confederación, en el que no se garantiza la equidad en el reparto, y donde la transparencia en todo el procedimiento administrativo ha sido nula. ASAJA considera que la medida es de legalidad dudosa, y que el procedimiento administrativo ha sido una chapuza, por lo que aconseja a los usuarios que no pague lo que se les exige, y que recurran administrativamente dicho canon.

ASAJA lamenta que la Presidenta, a la que tantas veces desde todos los frentes se ha pedido que la cesen, no tenga otra política que la de los impuestos y las sanciones a los usuarios del agua. Hay que recordar que en su etapa se han paralizado los proyectos de regulación del Eria y el Duerna, no se ha adjudicado el ramal Cea del Canal Alto de Payuelos, se ha cuestionado el Canal Bajo de Payuelos, no se ha solucionado el conflicto con los regantes del Páramo Bajo respecto a las tarifas de riego, no se han renovado los canales del Páramo Alto en avanzado estado de deterioro, no se ha solucionado la concesión de agua para la presa de Valderas, se han invertido tan solo cuatro migajas en la limpieza de ríos y arroyos y se han suprimido las plantaciones de chopos en régimen de consorcio. Todo en medio de un clima de absoluta falta de diálogo y entendimiento con las organizaciones agrarias, comunidades de regantes, y administraciones locales y autonómica.

León, 30 de enero de 2006