El prestigioso enólogo radicado en el Bierzo, Raúl Pérez, hacía unas declaraciones en un periódico de Castilla y León, publicadas el pasado miércoles, tildando de “genocidio”, la “decisión errónea en el aparcelamiento” que se ha llevado a cabo en la comarca

El prestigioso enólogo radicado en el Bierzo, Raúl Pérez, hacía unas declaraciones en un periódico de Castilla y León, publicadas el pasado miércoles, tildando de “genocidio”, la “decisión errónea en el aparcelamiento” que se ha llevado a cabo en la comarca. Pensaba yo que lo de la concentración parcelaria era una necesidad imperiosa para modernización y dar competitividad al sector primario, que se han perdido muchas oportunidades por no haber acometido esta medida estructural de política agraria con anterioridad, y que el motivo de no haberse concentrado la propiedad se ha debido a la dificultad para convencer a una masa crítica de propietarios un tanto inmovilistas, y no tanto a la falta de presupuesto de las administraciones públicas, que seguro que también. Quiero entender que la oposición del enólogo a los procesos de concentración parcelaria se basa en el riesgo  cierto de que quién recibe las fincas de reemplazo, introduce mejoras en las mismas, y en el caso de las viñas, arranca el viñedo viejo para hacer nuevas plantaciones en espaldera con el fin primordial de facilitar la mecanización. Y es que entregar nuevas parcelas y dejar todo como estaba, respetando el viñedo viejo, tanto el bueno como el malo, y seguir trabajando sin la ayuda de la mecanización, es hacer algo que no vale la pena, por lo tanto hay que sacrificar lo accesorio por lo importante. Porque, no nos engañemos, vino a mil euros la botella puede vender Raúl Pérez, pero no está al alcance de la mayoría de los mortales. La mayoría de los productores y bodegueros bercianos, cuando se bajan a la tierra, ven que la competencia en este negocio llega de todas las partes y que hay que competir con calidad y con precio, y para competir en precio hacen falta unas razonables producciones con unos costes asequibles, lo que hoy no hay. Por eso espero que la influencia mediática de Raúl Pérez no se utilice para convencer a los funcionarios y políticos de la Junta de que no hay que concentrar las tierras, que hay que dejar todo como está y arar con yunta.

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en  La Nueva Crónica del viernes 17 de noviembre de 2017